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Fuente: Los Tiempos

Autoría: JOSÉ LUIS BAPTISTA MORALES

Fecha: Lunes, 30 Octubre 2017

En el pasado algunas empresas madereras obtuvieron concesiones para explotación forestal en zona de aborígenes de la etnia tacanas, comunidad de Tahua, en el norte del departamento de La Paz, próxima al departamento del Beni.

Actualmente están canceladas esas concesiones porque tal zona está declarada zona forestal con sujeción al precepto contenido en el artículo 2 de la Constitución Política del Estado que, respetando el dominio ancestral de autóctonos en sus territorios, les garantiza libre determinación, reconociendo así su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, a sus instituciones, y a consolidación de sus entidades territoriales.

Con inicua transgresión de esa norma, a principios de la anterior semana un grupo de centenares de personas que se califican como originarios de la etnia aymara, integrantes de la Federación Única de Trabajadores Campesinos de La Paz, desplazaron de sus viviendas a varias familias aborígenes de esa comunidad para instalarse en sus tierras con objeto de dedicar nuevamente esa área a explotación forestal, para cuyo objeto, después de expulsarlos violentamente, arrasaron sus cabañas destruyéndolas totalmente mediante incendio. Es posible que los autores de ese acto delictivo se inspiraron en las dos existentes decisiones gubernamentales de infracción de la mencionada regla constitucional.

Una de ellas es la construcción de una carretera entre Cochabamba y el Beni que quebranta el Territorio Indígena Protegido Isiboro-Sécure, habitado por indígenas de las etnias yuracaré, mojeño y chimán. Otra, se origina en el proyecto de instalación de una enorme represa hidroeléctrica entre el Territorio Protegido de Pilón-Lajas y el Parque Nacional Madidi, en el Beni, próximos respectivamente, a la serranía del Chapete y al cañadón del Bala, en espacios habitados desde tiempo inmemorial por las etnias chimán, mosetenes, lecos, araonas y tacanas, para cuyo efecto se establecerá una laguna de 771 kilómetros cuadrados junto a la cual se intenta proceder a la construcción de una ciudad turística con infraestructura adecuada para aeropuerto internacional, hospedaje y servicios, con capacidad de acoger a millones de visitantes extranjeros brindándoles toda clase de atractivos.

Los tres territorios protegidos, incluyendo al de la reserva forestal de tacanas del departamento de La Paz, están apreciados como de reserva ecológica y biológica del planeta. Los cambios en ellos proyectados ocasionarán no solamente el desplazamiento de miles de seres humanos con secuela de profundo desequilibrio en sus vidas y riesgo de extinción, sino irreparable daño a miles de especies de aves, animales terrestres, anfibios, reptiles y peces, además de flora, también igualmente en peligro de extinción.


El autor es abogado