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Fuente: Expreso Ec

Los comuneros insisten en su preocupación por la militarización de la zona. Son los efectos del conflicto por la actividad minera

En el Centro Shuar Tiink, a 25 kilómetros de Gualaquiza en Morona Santiago, hay temor. Allí, como constató ayer EXPRESO, todavía se sienten las repercusiones del enfrentamiento entre comuneros y uniformados por la explotación minera en la zona.

Hace tres días un grupo de militares intentó, sin éxito, ingresar al territorio en donde viven unas 300 personas. Ellos patrullan el sector en camiones. Son parte de los grupos de búsqueda de los responsables del asesinato del policía José Mejía, ocurrido el mes pasado en un enfrentamiento en Nankints.

Miembros de la comunidad aseguran que en su territorio no se aloja ninguna de las personas que intervinieron en el incidente que provocó, además, heridas a policías, militares y comuneros. Por eso expresaron su preocupación por la actividad de los uniformados.

Sin duda lo que más les inquietó, el miércoles, fue la presencia de drones que sobrevolaron el poblado durante el día y a las 22:00.

Ocurrió, explicó a este Diario Silverio Jimpiki, luego de que hace tres días los militares no lograron pasar un puente de madera y acero de unos 100 metros, ubicado sobre el río Zamora, a dos km de Tiink.

¿La razón? Los uniformados encontraron cadenas metálicas cruzadas en el paso. Tres y hasta cinco integrantes del centro shuar se turnan para la vigilancia. Celestino Chumbi, abogado en libre ejercicio y morador de Tiink, justifica esa seguridad. Dice que, desde la vigencia del estado de excepción, personas ajenas a las comunidades ingresan a sustraer ganado, gallinas y objetos. Los hombres no están armados, pero interrogan a quienes quieren cruzar el largo puente.

El sector de Tiink, que comprende 13.300 hectáreas, no está en la zona de la concesión minera a la empresa china EXSA, pero sí una de sus cinco comunidades. En ella, asegura Jimpiki, los habitantes fueron desalojados y el centro shuar está preocupado por ellos.

El síndico de la comunidad prefiere no hablar. Tiene temor de ser detenido si expresa su malestar. Pero el maestro Bosco Petsain insiste en que hay incertidumbre: “No queremos que los militares vengan a provocar”, dijo ayer.

Celestino Chumbi hizo un llamado a las autoridades para que no efectúen labores de inspección, vigilancia y seguridad. “Su sola presencia causa tensión, por ejemplo en los niños, porque piensan que van a atacar a todas las comunidades”, explicó.

El exministro del Interior, Diego Fuentes, dijo el miércoles a EXPRESO que el autor de la muerte del policía fue identificado y es cuestión de tiempo para su captura. Aseguró que no hay persecución gubernamental a los dirigentes indígenas.