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La soja no alcanza ni para pagar la deuda del que planta soja y mucho menos para pagar la deuda ajena, expuso Milton Abich, miembro de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), filial Santa Rita. Hizo estas declaraciones respecto al reclamo de las organizaciones campesinas que se movilizaron en Asunción de que se apruebe en Paraguay un impuesto del 15% a las exportaciones de granos

El sector productivo está súper endeudado porque no encontró rentabilidad en los últimos dos años, así que no hay cómo sacar más plata para pagar deudas de otros sectores”, dijo.

Abich sostuvo que la movilización de los campesinos fue orquestada para presionar que se aplique el tributo a los granos. Defendió el trabajo de los productores que siguen trabajando lícitamente, pagando todas sus deudas y todos los nuevos impuestos.

La Federación Nacional Campesina(FNC), la Coordinadora de Mujeres Trabajadoras, Rurales e Indígenas(CONAMURI) y la Organización de Lucha por la Tierra(OLT) encabezan la iniciativa.

El objetivo de la misma es fomentar un debate nacional sobre las tierras malhabidas y que el Estado las recupere, para re-distribuirlas a familias campesinas para la producción de alimentos.

La iniciativa arrancó el domingo en supermercados, rotiserías, pollerías y panaderías de Gran Asunción, tratando de llamar la atención de la gente sobre la posibilidad de que desaparezca la sopa paraguaya. “Oferta de hoy, sopa ex paraguaya”, se leían en carteles y códigos de alimentos que se vendían en estos lugares.

Miles de campesinos y campesinas se movilizan desde hace 10 días en Asunción, reclamando, entre otras cosas, que el Estado les condone sus deudas contraídas para la producción.

La respuesta del gobierno de Horacio Cartes viene siendo la indiferencia cuando no la criminalización, a través de los medios empresariales de información.

“Si estos productores están en problemas hoy, demuestra el fracaso de las políticas agrarias del gobierno. Y su actitud es la indiferencia, como que no pasa nada y no asume su responsabilidad”, analiza Rojas.

Para él es claro que hay una corresponsabilidad del Estado en la situación que viven miles de familias agricultoras. El Estado debería dialogar con el sector -dice- y evitar que pierdan sus tierras, por los embargos de préstamos.

Las organizaciones Base Investigaciones Sociales(Base is) y Ñamoseke Monsanto(Saquemos a Monsanto) figuran entre los colectivos y personalidades mundiales que apoyan el Tribunal Internacional contra Monsanto en La Haya”.

La iniciativa mundial reunirá a varias personas y organizaciones del mundo,que juzgarán las prácticas de la empresa semillera entre el 12 al 16 de octubre próximos en la ciudad holandesa de La Haya, también sede del Tribunal Internacional de Justicia, órgano judicial de las Naciones Unidas.

La iniciativa está encabeza por personalidades como Olivier De Schutter, ex relator de las Naciones Unidas por el derecho a la alimentación adecuada, y busca reunir en unsolo evento a sectores mundiales que cuestionan a Monsanto por sus prácticas agro-industriales.

Son campesinas y campesinos, son miles. Aguantan sin quejarse el calor, la comida escasa, la incomodidad de dormir en el suelo. Llevan 4 días lejos de casa, y están dispuestos a quedarse hasta alcanzar el objetivo de “ser atendidos por el gobierno, establecer un diálogo de verdad, “ante los graves problemas que estamos atravesando en el campo y en todos los sectores de la sociedad paraguaya”, según expresa Elvio Benítez, dirigente de la Coordinadora Paraguay Ñanemba’e, del departamento de San Pedro.

La organización forma parte, junto a la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas(MCNOC), Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), Movimiento Agrario y Popular (MAP) y otras organizaciones y grupos campesinos, de la Coordinadora Nacional Intersectorial.