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La instancia, que se realizó los días 3 y 4 de noviembre enmarcada en la celebración del Año Internacional de la Agricultura Familiar, fue organizada por la Cepal, la FAO, el IICA, el CIRAD y el Gobierno de Chile, y contó además con el apoyo del FIDA, quienes han hecho especial énfasis en esa temática a lo largo de este 2014.

“El Año Internacional de la Agricultura Familiar 2014 es una iniciativa promovida por el Foro Rural Mundial y respaldada por más de 360 organizaciones civiles y campesinas de todos los continentes. Su celebración a nivel mundial, declarada por la Asamblea General de la ONU, pretende convertirse en una herramienta para la promoción de políticas activas a favor del desarrollo sostenible de los sistemas agrarios basados en la unidad familiar campesina, comunal, indígena, cooperativa y pesquera”, señala la convocatoria del evento, que busca reunir una amplia gama de actores y expertos relacionados con esta área como autoridades públicas, políticos, formuladores de políticas, académicos, movimientos sociales y otras organizaciones.

El especial énfasis de los organismos internacionales en la agricultura familiar (AF), se debe a que, según han evidenciado diversos estudios, ésta juega un rol trascendente en la producción alimenticia a nivel mundial, pero sobre todo en las áreas rurales que, si bien son las que mayormente proveen de alimentos básicos a toda la población, al mismo tiempo son quienes más sufren de pobreza y de una alimentación deficiente. Además, también cumple una importante misión en la generación de empleos en el mundo rural. 

En la ocasión Julio Berdegué, investigador de Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, expuso sobre el desafío estructural de la agricultura familiar en América Latina, señalando precisamente que el reto está en lograr su inserción en las nuevas sociedades que han resultado de la transformación rural. “No se trata de un desafío sectorial, sino de relacionamiento con el entorno social y económico. La agricultura familiar es -en verdad- un conjunto de sub-sectores estructuralmente diferenciados, que se relacionan de forma muy diferente con don condiciones que mi juicio con claves: la urbanización de las sociedades rurales y reorganización socio-espacial de lo rural; y la diversificación de la economía rural”, señaló el experto.

La Conferencia Internacional “Políticas públicas y agricultura familiar en América Latina y el Caribe: situación actual y retos para el mediano y largo plazo” tuvo lugar en la Sala Raúl Prebisch de la CEPAL, en Santiago de Chile, y se estructuró en tres componentes: uno político, desarrollado por autoridades nacionales e internacionales, uno de políticas, alrededor de mesas redondas y sesiones temáticas, y uno académico el cual se llevará a cabo a través de la presentación de estudios y el diálogo entre diversos expertos. El día Lunes, las actividades contaron -además- con la participación del investigador asociado de Rimisp, Antonio Yunes, quien comentaró las Conferencias Magistrales. También participaron durante la jornada Antonio Prado, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL y Fernando López, Secretario General de la COPROFAM/REAF, quien se refirió a “La mirada desde las organizaciones de Agricultores Familiares”; entre otros.

El día Martes, las actividades comenzaron a las 8:30 y –en primer lugar- giraron en torno a las visiones de futuro de la agricultura familiar, a través de los aportes de las organizaciones de productores regionales con representantes de Costa Rica, Chile, Colombia, México y Brasil; luego con una mirada regional de la agricultura familiar en retrospectiva, en la que participaron profesionales de la academia. Posteriormente, se presentó una mesa sobre “Innovaciones en políticas públicas para la AF en América Latina y el Caribe”, donde expuso el también investigador de Rimisp, Arilson Favaretto, entre otros miembros de la mesa. Esta última jornada de la Conferencia Internacional terminó con una mesa redonda en la que se discutió “El futuro de la agricultura familiar en América Latina y el Caribe”.

De este modo, la Conferencia buscó lograr una serie de objetivos que comprendían desde realizar balances históricos, evaluar experiencias, identificar resultados y analizar los nuevos instrumentos relacionados con las políticas y desarrollo de la agricultura familiar, así como generar miradas y propuesta hacia el futuro –de mediano y largo plazo– que permitieran consolidar la importante de la contribución de la AF al desarrollo global y a la reducción de la pobreza en zonas rurales.