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Volver a sentir el sabor original de los alimentos saludables es el corolario de una dura batalla que están dando pequeños y medianos productores de la Argentina, Bolivia y Uruguay ante el avance del negocio de los agroquímicos y el monocultivo en la Región.

Organizaciones de productores familiares y consumidores, técnicos y funcionarios de los tres países se reunieron en la Universidad Nacional de La Plata, donde debatieron sobre la construcción de sistemas participativos que garanticen la producción y comercialización de alimentos saludables.

Se resaltó allí la necesidad de contar con el apoyo de los Gobiernos nacional y locales para fortalecer estas experiencias, que son la contrapropuesta al mega negocio de la agricultura a escala bajo uso masivo de agroquímicos que, en muchos casos, contaminan los alimentos.

El encuentro se dio bajo el título "Los sistemas participativos de garantía, promotores de la Soberanía Alimentaria", organizado por el Movimiento Agroecológico de Latinoamérica (MAELA) y la Mesa Provincial de Organizaciones de Productores Familiares de Buenos Aires.

Hubo una articulación con la Secretaría de Agricultura Familiar; el INTA; la Universidad de La Plata; la secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia (SENAF); el SENASA; y la Dirección de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar. .

--El verdadero sabor de un durazno-- .

"Por curiosidad me acerqué a la feria. Un productor me invitó a probar un durazno y ahí recordé su verdadero sabor, el que sentía en mi infancia. Me explicaron que eran productos orgánicos y se producían sin el uso de químicos", contó Yolanda Araujo vecina de Montevideo, Uruguay.

Esa experiencia la llevó a conocer más acerca de los valores nutricionales de la producción agroecológica y junto a unas 30 familias formó "Consumidores Organizados de la Producción Agroecológica del Uruguay" (Copau), con el fin de apoyar, consumir y difundir el trabajo de la Red de productoresagroecológicos del Uruguay.

Testimonios como el de Araujo se repitieron en la jornada, en la que Matilde Parodi, productora agroecológica integrante del Consejo de Garantía participativa de Bella Vista, Corrientes, explicó que allí el sistema se fue construyendo en base a la confianza y la participación activa de productores, consumidores, y técnicos.

Ese Consejo correntino, integrado por viente familias, fue aprobado por ordenanza municipal y cuenta con un sello de calidad garantizanda de producción natural, sin el uso de químicos: hoy comercializa citrus, verduras, lácteos, miel y productos cárnicos naturales en Bella Vista, Rosario y Buenos Aires.

Alberto Cárdenas, integrante de la asociación Eco Feria de Bolivia comentó que junto a 300 productores agroecológicos crearon una institución que reemplazó a las entonces empresas certificadoras orientadas a la exportación y con altos costos para los agricultores

Este sistema de garantía, con participación de consumidores y técnicos del estado tuvo un fuerte apoyo del Gobierno boliviano, a través de leyes y normativas de apoyo a la producción orgánica de alimentos.

Asimismo, el Gobierno de Evo Morales implementó el compre estatal de alimentos orgánicos a los agricultores familiares para destinar a comedores escolares y a madres que están en proceso de lactancia. .

--El rol del Estado-- .

Renata Valgiusti, funcionaria del Gobierno argentino, aseguró que a través la Ley de Agricultura Familiar -próxima a reglamentarse- existe "un fuerte apoyo" a la producción agroecológica y a los sistemas de garantía con participación de productores y consumidores.

Bárbara Reichner, funcionaria de SENASA, señaló como avance la creación de frigoríficos para animales menores y la propuesta de inclusión de los alimentos campesinos en el Código Alimentario Argentino, reclamos largamente esperados por los agricultores familiares.

En el encuentro se consensuó que todos los sectores deben promocionar las asociaciones de consumidores que ayuden a la autoevaluación y control de las producciones agroecológicas, con una mayor participación de las universidades en los sistemas de garantía impulsados por agricultores familiares.

Se mencionó también la necesidad de que el Estado apoye a la construcción de estos sistemas participativos y garantice compras de alimentos agroecológicos a los productores familiares para ser destinado a comedores escolares y de diversas instituciones.

Así, comenzó a multiplicarse la participación de consumidores, del Estado y de ámbitos académicos en la producción agroecológica de alimentos tanto en la Argentina como en la Región sobre la base de un concepto: soberanía alimentaria de los pueblos, sin químicos que perjudiquen la salud.

 

Texto: Economía TERRA

Fotografía: Infocampo