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La vida no vale un cobre es un documental que narra de cerca los conflictos sociales y ambientales que viven los pobladores de Espinar, tras 36 años de explotación minera. Mediante diferentes plataformas y formatos se muestra el estado de abandono en el que viven las comunidades. Este documental pretende poner a debate ante la opinión pública el daño irreversible que ha generado la minería en la salud de la población de Espinar.

La zona vive los impactos de la actividad extractiva ocasionados por la antigua mina Tintaya, la misma que inicialmente fue una empresa del Estado y que luego pasó a manos de empresas privadas, tales como BHP Billiton y posteriormente Xstrata. Actualmente, tras la fusión entre Glencore y Xstrata, es la suiza Glencore la empresa que opera en la zona el yacimiento de Antapaccay, que reemplazó a la antigua operación de Tintaya.

Glencore es la imponente empresa suiza que controla el 50% del mercado libre de cobre a nivel mundial y que extrae y explota los minerales de las tierras de Espinar. Desde esta provincia cusqueña, Glencore exporta diariamente 70 mil toneladas de minerales.

Pese a que la provincia de Espinar lleva más de 36 años de explotación minera, según el INEI no ha superado los altos niveles de pobreza y desnutrición que afectan a las comunidades. El 65% de la población de la provincia de Espinar es pobre y la desnutrición crónica afecta al 47% de los niños menores de cinco años.

La directora del documental, Magali Zevallos señala que “Desde hace 16 años se alerta de la contaminación en la zona mediante monitoreos ambientales. Desde hace ocho años el Estado ha identificado que hay centenares de personas contaminadas. Existe un Plan de Intervención en Salud para la provincia de Espinar, pero no se ha implementado por falta de presupuesto. Estamos frente a un Estado indolente, que no está interviniendo en las zonas extractivas del país a pesar de que las poblaciones claman intervención urgente”. Asimismo,  Zevallos menciona que el documental da un principal protagonismo a las mujeres en sus diversas piezas.

Como se recuerda, las comunidades campesinas de Espinar, Alto Huancané y Huisa fueron sometidas a diversos estudios científicos  a través de los cuales se comprobó que más del 90% de la población tiene metales tóxicos en su organismo, tales como cadmio, arsénico, plomo y otros.

El documental, concebido como “transmedia”, cuenta con diversas piezas, desde  cortos animados hasta un largometraje que se estrenará en noviembre. Más de 30 piezas audiovisuales –infografías, línea de tiempo, corto animado, cortometrajes, mapas interactivos, reportaje, otros- forman parte del documental transmedia.

El largometraje lleva como nombre “Melchora”, y relata el día a día de la dirigente social de Alto Huancané (Espinar), Melchora Surco, quien a raíz de los resultados de estudios oficiales del Censopas (Minsa) inicia su lucha, en la que recorrerá todas las instituciones nacionales e internacionales denunciando que toda su comunidad consume agua contaminada por la actividad minera. El teaser relata cómo su vida y la de sus vecinos han cambiado desde que ingresó el gigante de cobre que prometía prosperidad a su localidad.

La producción de este documental transmedia es de Hiperactiva Comunicaciones, y ha sido realizado por un equipo que incluye documentalistas de Perú, Venezuela, Uruguay y Brasil, así como artistas cubanos, bajo la dirección de la periodista peruana Magali Zevallos. El proyecto ha sido posible gracias al auspicio de organismos no gubernamentales como CooperAcción, Broederlijk Delen, Entrepueblos, Derechos Humanos Sin Fronteras, así como con apoyo del Gobierno Vasco.