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Entrevista con La Razón

¿Cómo ve a América Latina en esta etapa histórica?

Es una región bonita de gente pujante, pero que viene pasando, digamos, por épocas turbulentas. Unas economías que venían creciendo muy armónicamente y desarrollando sobre todo sus vínculos comerciales, integrándose entre ellas, eso, hoy en día, anda poco. El viejo Pacto Andino es una agenda que ha quedado un poco atrás en la mayoría de los países. Todos los países de la región andina, por sus cambios políticos, en los últimos cinco años, han tomado caminos independientes y hay divergencias grandes entre algunos. Es una lástima porque yo todavía creo mucho en que hay que integrar a la región; hay que crear mercados más grandes para que todos podamos vender nuestros productos y crear lazos económicos entre nuestras naciones.

¿Se está desintegrando la región?

No estoy seguro de utilizar la palabra desintegración, pero sí utilizaría la palabra... diría que hay falta de avances ... es una agenda que está paralizada... no se ha vuelto a hablar del tema, no hay impulso; no hay avances. La región pareciera haber apostado más por un modelo de desarrollo, en la mayoría de los países, dependiente de las materias primas; se han vuelto muy exportadores de materias primas, de manera creciente. Había países que disminuyeron un poco su dependencia de esas exportaciones. Cuando uno mira los datos de los últimos dos o tres años, es mucho más la dependencia de las materias primas en comparación a cinco o seis años atrás.

¿En la región andina se vuelve al patrón de crecimiento exportador de materias primas?

En la mayoría de los países de América Latina, no sólo en la región andina. Lo veo como algo preocupante porque es un viejo patrón de América Latina que desde la época de los españoles se dedicaba a la producción de materias primas.

El café en Colombia, petróleo en Venezuela, cobre en Chile y otros, que generaron muchas divisas, pero, en muchas de las experiencias, no se utilizaron de manera de generar economías diversificadas y pujantes con crecimiento y generación de empleo.

Es un modelo de desarrollo que tuvo sus problemas, pero... ¿que esta vez tenga mejores resultados?... hasta el momento es difícil evaluar, pero tiene sus riesgos.

¿Cuán positivo puede ser este retroceso en un mundo en crisis que está tratando de recuperarse?

A un año de haberse iniciado esta crisis, la buena noticia es que América Latina ha podido, en la mayoría de los países, y la región andina en particular, afrontar la crisis y resistirla mejor de lo que pensamos; con la excepción de México y los centroamericanos que dependían mucho de Estados Unidos. Latinoamérica respondió aumentando el gasto del gobierno, los bancos centrales bajaron las tasas de interés, aplicaron la política monetaria y lograron a través de planes fiscales abaratar los intereses para que el sector monetario pudiera seguir con sus planes de inversión; dos políticas que lograron amortiguar mucho el efecto de la crisis.

La China, India y varias economías de Asia se están volviendo el motor de esta recuperación. Sin embargo, es frágil porque todas las economías tienen problemas; pero creemos que sí se van a recuperar este año.

Las tasas de crecimiento en América Latina, el 2009, en general, fueron de -2,6%; y para este año estamos pronosticando 3,1%. Volviendo a la pregunta: vemos una tendencia muy fuerte que empezó a principios de esta década, a la exportación de recursos naturales, de materias primas, de petróleo, gas, minerales y en algunos casos avicultura (Argentina); Brasil, con la soya y otros productos. En parte, esto ha sido resultado del mismo patrón de desarrollo del mundo que se ha vuelto cada vez más asiático y sobre todo China, muy consumidor de materias primas. Es una demanda muy grande que ha subido mucho los precios en este crecimiento. Los exportadores de estos productos, por un lado, se han beneficiado de estos altos precios y, por el otro, han tratado de incrementar su producción para aprovechar esta oportunidad.

Esa es la consecuencia y nos preocupa porque creemos que en el mediano y largo plazo, las economías, para crecer, para ofrecer empleo estable y mejorar el bienestar, tienen que diversificarse, tienen que hacer muchas actividades. Las materias primas siempre han tenido sus riesgos; suben y bajan, los mercados se abren y se cierran, y se generan una oscilaciones y volatilidades que no son muy convenientes si una población muy grande depende de ese sector o si el gobierno depende de esos ingresos.

www.la-razon.com/versiones/20100214_007003/nota_268_953143.htm

 

La Paz, 5 Feb (Erbol).- El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe, buscará la forma de fortalecer la economía comunal de los pueblos originarios de Bolivia.

El secretario técnico del Fondo Indígena, Mateo Martínez Cayetano, de origen afroindígena, dijo a la Agencia de Noticias Indígenas de la Red Erbol, que el tema forma parte de la agenda con Bolivia.

"Un tema requerido es el desarrollo de la economía indígena porque tiene principios distintos a la usura, a la avaricia de este lucro y ganancia de las otras economías. Entonces requerimos profundizar en reflexión para imaginar acciones que se puedan aplicar en una construcción colectiva de los actores principales de este esfuerzo porque no solo son las comunidades", afirmó Martínez Cayetano.

Desde el punto de vista de Mateo Martínez, "la economía indígena propende a la pervivencia a la recreación en el entorno de un equilibrio autosustentable o autosostenido, diríamos los factores del proceso de producción se manejan en forma equilibrada, no es que no haya excedentes, si existe excedentes en la economía indígena".

En la economía indígena, se considera a la naturaleza como ser vivo, los humanos son parte de ella, hay recursos como tierra agua minerales y vida vegetal que no admiten comercio, no se plantea el crecimiento económico sino el equilibrio.

Además, la producción se destina principalmente al consumo propio (economía de subsistencia), la propiedad colectiva es un valor fundamental, la finalidad de la producción es la calidad de vida no la ganancia, hay poco excedente, la producción está al servicio de valores de reciprocidad y cooperación.

Desde la perspectiva del Fondo Indígena, Bolivia se encuentra en una etapa de transición, desde esa lógica nacional, toca ir a los departamentos, a las regiones, a las comunidades.

"Hay la percepción que en Bolivia se ha avanzado en construir leyes, es un avance sustantivo el de convertir en ley la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, ahora hay que construir los mecanismos que permitan institucionalizar la aplicación de esa norma", señaló Mateo Martínez.

En Bolivia hay, sólo por citar un ejemplo, 20 mil hectáreas de cultivos de cacao producidos por pueblos indígenas, con perspectivas de convertirse en una alternativa económica acorde con la producción familiar y la preservación de los recursos naturales.

El estudio El Cacao en Bolivia - Una alternativa económica de base campesina indígena fue elaborado por Oscar Bazoberry Chali y Coraly Salazar Carrasco, ambos del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA). Los investigadores plantean que la estabilización de los ingresos provenientes de la actividad puede tardar hasta ocho años, pero a la larga las expectativas de ingreso a los mercados mundiales son alentadoras.

El Gobierno de Bolivia reportó daños 'moderados' en la agricultura y la ganadería del país por causa del fenómeno climático de El Niño que, no obstante, también causó riadas que provocaron la muerte de doce personas en días pasados.

Según un reporte del viceministerio de Desarrollo Rural, las lluvias dañaron 8.752 hectáreas de bananos, papas, maíz, frutas y arroz, que es una cifra menor al diez por ciento de las superficies afectadas en gestiones pasadas por El Niño y La Niña.

Entre fines de 2009 y lo que va de este año también han muerto 84 reses por causa de los problemas climáticos.

Las cifras son mucho menores que las registradas en 2007 cuando el fenómeno de El Niño destruyó 185.432 hectáreas y mató a 137.800 reses y en 2008 La Niña hizo lo propio con 164.963 hectáreas de plantaciones y 35.378 cabezas de ganado.

Anualmente, la cantidad de áreas cultivadas con alimentos en el país alcanza a 2 ó 2,3 millones de hectáreas.

El viceministro del sector, Víctor Hugo Vásquez, expuso hoy esos datos para transmitir a la población la seguridad de que la provisión de alimentos en el país no tendrá problemas y rechazar la posibilidad de que suban los precios por temor a una escasez.

En el caso de las víctimas, desde diciembre pasado por causa de lluvias fallecieron 12 personas y quedaron afectadas unas 26.502 familias.

La flamante ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemecia Achacollo, dijo el domingo que trabajará en coordinación con las organizaciones campesinas para acelerar la mecanización del agro y mejorar la producción alimentaria del país.

"Vamos a trabajar con las organizaciones que son los entes matrices y quienes van a enfocar este tema (..) porque no solamente requieren tractores, sino un equipamiento completo", dijo en el programa dominical El Pueblo es Noticia, de la radio y televisión estatal.

Achacollo, de padres aymaras y nacida en Santa Cruz, señaló que prestará mayor atención al occidente del país, donde la mecanización del campo está en desventaja en comparación con el oriente.

"En occidente yo creo que es muy poquito, no hay; la gran parte está en el oriente", anotó.

Achacollo aclaró que mecanizar el proceso de siembra, cultivo y cosecha en el campo no se reduce simplemente a dotar de tractores agrícolas a los productores sino que demanda realizar más inversiones.

"De qué sirve que yo le entregue un tractor un hermano campesino si va comenzar a arrastrar, a sembrar y después no tiene fumigadora, porque ya no se necesita mochila, sino una fumigadora grande, después una cosechadora", explicó.

En ese contexto, Achacollo dijo "es un equipamiento completo que tenemos que darles para apoyar la producción agrícola incluyendo el transporte para llevar sus productos a los mercados nacionales y del exterior.

El proyecto de ley incluye cuatro tipos de riesgo, más de 650 mil beneficiados, en 100 zonas homogéneas. El monto de la prima será mayor al SOAT, según tabla variable. La papa tiene un seguro en Patacamaya.

Desde el siglo pasado, los productores campesinos exigen un seguro que les permita prevenir impactos económicos por efecto de los fenómenos climáticos. Con la aprobación de la Constitución Política del Estado, esta necesidad es un derecho y da paso a la delimitación de un nuevo mapa agroalimentario y acceso a servicios financieros.

El artículo 407 señala objetivos de la política de desarrollo rural integral del Estado, en coordinación con entidades territoriales autónomas y descentralizadas. El cuarto, determina "proteger la producción agropecuaria y agroindustrial ante desastres naturales e inclemencias climáticas, geológicas y siniestros. La ley preverá la creación del seguro agrario".

En ese marco, se está elaborando un proyecto de ley, entre técnicos del Ministerio de Desarrollo Rural, organizaciones sociales y cooperación internacional.

"Será un Seguro Agrícola Universal", aseguró el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez. Beneficiará a pequeños, medianos y grandes productores de alimentos del país.

La Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas, Indígenas y Originarias de Bolivia (CIOEC) forma parte de ese equipo. Reúne a más de 778 organizaciones que a su vez, cada una, tiene hasta 3.000 socios.

La base del seguro agrícola está en la nueva delimitación de zonas homogéneas, al menos 100, que se desprenden de las macrorregiones o pisos ecológicos que tiene el país (altiplano, valle y llanos).

En el altiplano central las lluvias son menores, las heladas son más intensas y las condiciones de producción varían en relación al altiplano sur. Por tanto, los riesgos del seguro, en esta primera etapa cubrirán las heladas, inundaciones, sequía y granizada.

"Un requerimiento técnico es cubrir la actividad productiva, del conjunto de productores, en condiciones homogéneas. Esto evitaría que se susciten conflictos, que la gente afectada por un riesgo, realmente sea asistida", indicó Egler Huarachi, del departamento de Asesoría Política del CIOEC.

Por ello, es relevante delimitar los espacios (zonas) de manera homogénea, en cantidad de hectáreas y rendimiento de la producción, para atender los impactos de los efectos climatológicos.

Es que no es lo mismo sembrar papas en las orillas de lago Poopó que en las pampas de Patacamaya. En el primer caso, en una hectárea se producirá mucho más. "Esto permitirá establecer las tasas y primas adecuadas a las características de rendimiento y suelo", dijo.

Se elaborará una tabla variable por cultivo y año, en cada zona homogénea con el fin de determinar el monto de la prima.

Al respecto, el viceministro adelantó que el monto de la prima será mayor a las del Seguro Obligatorio Contra Accidentes de Tránsito (SOAT), que varía según el tipo, modelo y servicio del vehículo en las diferentes ciudades. El monto más bajo es de $us 12 y el máximo llega a $us 600.

En el Plan 2010-2015 del MAS, afirman que la creación de este seguro "exige en la primera etapa" una inversión de $us 40 millones del Estado para pagar hasta el 70% de la prima, "en el caso de los productores pequeños".

El Estado definirá los términos de la póliza y "los recursos serán administrados por aseguradoras privadas". Una Unidad Descentralizada Estatal será la responsable.

En La Paz, hay un seguro de la papa en Patacamaya. Los productores crearon un fondo de dinero con sus aportes y de instituciones externas. Aseguran un quintal de semilla de papa y pagan Bs 6,50; deben producir 9 quintales de papa. Si produce menos, por quintal reciben Bs 30 en semilla.

Tiene el control del yapuchiri testigo, la persona que mejor cuida su chacra en su zona; y el yapuchiri perito que llega de otra provincia, tres veces al año, para verificar el proceso de cultivo.

"Este seguro es el inicio para toda la nueva política agroalimentaria del país", sostuvo la autoridad.

La cooperación internacional y las entidades financieras muestran interés. "El sector bancario va a poder flexibilizar sus créditos a los productores con la seguridad que tienen el SAU", sostuvo Vásquez.

Las regiones

En el Plan 2010-2015 • En este documento se establecen 15 macrorregiones:

Norte Amazónico
Valles Cerrados
Yungas del Norte
Altiplano Norte
Altiplano Central
Altiplano Sur
Valles del Sur
Valles Centrales
Valles del Norte
Yungas del Sur
Pampas de Moxos
Escudo Chiquitano
Llanos de Santa Cruz
Llanos del Chaco

Norte Integrado de Santa Cruz

En el Proyecto de Ley • El texto incluirá la delimitación de más de 100 espacios homogéneos tanto en territorio, hectáreas cultivadas y tipo de productos; información básica para reglamentar el seguro agrícola universal en sus diferentes etapas de aplicación; después de la aprobación de la ley marco.

Primeros: maíz, papa, arroz, trigo, quinua y soya

Según el plan gubernamental, la aplicación del seguro se hará en tres etapas anuales y comenzará su aplicación para seis productos agrícolas.

"Durante el primer año, se ha previsto asegurar los siguientes cultivos: maíz, papa, arroz, trigo, quinua y soya. Progresivamente se incorporarán nuevos cultivos", señalan en el documento.

En la primera etapa buscan asegurar al 70% de los cultivos del país. Son 2.046.335 hectáreas de superficie cultivada en todo el país que quieren llegar a cubrir con el seguro universal agrícola.

De esta forma se asegurará que el sector agrícola disminuya hasta un 80% sus pérdidas. El objetivo de dar seguridad a la producción de alimentos permitirá incentivar inversiones de mediana y gran escala para alimentar a la población.


Entrevista

"Habrá un aporte privado de los productores al seguro"
Víctor Hugo Vásquez, viceministro de Desarrollo Agropecuario; ex asambleísta.

¿Cómo nace el seguro agrícola?
En la Asamblea Constituyente, en la cual estuve como presidente de la Comisión de Desarrollo Productivo, nos presentaron 614 propuestas de los 9 departamentos. En el 85% de ellas estaba el seguro agrario y agrícola. En la nueva Constitución Política del Estado, en el artículo 407 parágrafo 4, incorporamos el seguro agrícola que debe ser creado por ley. Es un mandato constitucional.

A partir de ello, en este ministerio se ha trabajado en una propuesta de ley presentada en el Plan de Desarrollo Económico 2010 -2015, que fue la base de la campaña del presidente Morales.

El borrador planteaba un monto de $us 80 millones, de los cuales 40 millones debía poner el Estado y el resto será compartido entre los productores y la cooperación internacional.

Va a haber subvención para los que más necesitan y los que tienen posibilidad tienen que aportar; por tanto, va a haber un aporte privado de los productores.

¿Qué cubrirá?
El seguro cubrirá cuatro riesgos que más afectan a la producción: helada, sequía, inundación y granizada, en una primera instancia.

El seguro va a ser universal. Va a ser para todos los productores: pequeños, medianos, grandes, porque así lo dice la Constitución.

Estamos trabajando en dos niveles. Por un lado, se están perfeccionando las propuestas de leyes presentadas por las diferentes organizaciones sociales, para poder presentarla el 22 de enero.

Por otro, estamos trabajando el tema reglamentario de la ley. La aprobación tardará uno o dos meses y en este lapso vamos a redactar la reglamentación de la ley que va a ser aprobada en la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Participan técnicos representantes de las organizaciones sociales que conocen la realidad de los diferentes sectores del campo.

Estamos hablando de la Confederación Única de Trabajadores Campesinos, Confederación Nacional de Mujeres Indígenas Originarias Bartolina Sisa, Confederación Nacional de Comunidades Interculturales, CIDOB, Conamaq, CIOEC son las que están participando en este proceso de consolidación del seguro.

¿Qué es lo más difícil?
Considero que va a ser la reglamentación de la ley porque tiene que ver con las modalidades, características, productos y el monto de la prima a aportar. Se requiere un monto elevadísimo para solventar el seguro agrícola que en cierta medida va a resolver los problemas en la agricultura y la ganadería y va a garantizar la seguridad y soberanía alimentaria.

¿Será más que el SOAT? ¿Para todos los productos?
Es en lo que estamos trabajando. Tiene que ser mucho más que el SOAT. Consideramos que será un ejemplo no sólo para Bolivia, sino para América y el mundo.

Como es universal va a ser para todos los productos, pero el avance será progresivo.

¿Necesitará mejorar el servicio de meteorología o contar con nueva tecnología?
Todo es importante. En el país tenemos poca información y no está sistematizada. Es un obstáculo. El segundo tema importante es el establecimiento de zonas homogéneas. Vamos a presentar más de 100 zonas homogéneas que van a servir fundamentalmente para implementar el seguro agrícola.

Esto tiene que ser como una buena foto. Entonces el seguro agrícola tiene que reflejar la imagen de la realidad nacional. Si no la refleja no va a ser aplicable para que beneficie a todos.


Punto de vista

"Buscamos la seguridad alimentaria y la emigración"
Francisco Fermín Núñez. Secretario de relaciones CIOEC Bolivia.

El beneficio del seguro agrícola va a ser para el pequeño productor.

Tenemos que socializar el proyecto de ley con nuestras organizaciones sobre cómo va a ser y con qué productos vamos a entrar en la primera etapa. Seguramente vamos a discutir sobre por qué no están entrando otros productos. Van a reclamar, pero tenemos que aclarar por qué estamos priorizando los alimentos a nuestras bases, en una reunión nacional que tendremos la próxima semana, el 20 y 21 de enero.

Lo que buscamos es la seguridad alimentaria. Producir lo que consumimos porque aún ocurre que traemos alimentos básicos de afuera. Como organizaciones estamos planteando la soberanía alimentaria en nuestros municipios.

Los alimentos que se producen en un lugar tienen que ser consumidos por nuestros niños porque vamos a garantizar que sea producto sano y natural. Esa es la misión de CIOEC.

Algunos municipios ya nos toman en cuenta con el desayuno escolar, bajo el tema del compro boliviano, pero otros todavía no.

Este trabajo permite que la gente se quede en las comunidades. Pero si no hay esto y llega la granizada o llueve o hay inundaciones, tenemos que tener un respaldo y ese es el apoyo del seguro agrícola.

Hay que dar a conocer que si bien este seguro está dentro de la leyes prioritarias, los pequeños productores quieren poner su parte. No dicen que el Estado nos dé. Quieren poner su parte.

Como pequeños productores tenemos que poner un porcentaje de prima. Y además, el productor está dispuesto a acompañar en todo el proceso de producción.

Nosotros estamos sensibilizando a los compañeros para que estén ahí a través de la autogestión campesina para que entre ellos vayan controlándose de quién hace un seguimiento a todo el ciclo de producción y quién no lo hace.

Esto en el marco de los principios del CIOEC de la agricultura familiar sostenible, cuidar los medios de producción para las generaciones futuras y la soberanía alimentaria que implica producir para todos los bolivianos.

Lo bueno es que como pequeños productores vamos a ser los beneficiados. Así también vamos a evitar que emigren.