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Las comunidades rurales del sur del país no quieren más fumigaciones químicas. Piden sustitución concertada. Múltiples instancias internacionales han señalado el fracaso de la política antidrogas que ha implementado el Estado colombiano en las últimas décadas. Sin embargo, las autoridades siguen recurriendo al glifosato para afrontar el problema de los cultivos de uso ilícito.

Por eso, desde hace un mes las comunidades del Putumayo adelantan una movilización ante el reinicio de las fumigaciones químicas, esa vez de forma terrestre.

Aunque Colombia defiende en el plano internacional un nuevo enfoque para la lucha contra las drogas, a nivel interno sigue recurriendo a las medidas represivas y de facto contra esta problemática con raíces socioeconómicas.

En el caso del Putumayo, las comunidades denuncian el desconocimiento de acuerdos logrados en el marco de movilizaciones sociales anteriores y que contemplan la implementación de planes de sustitución concertada.

Así lo plantean también los acuerdos entre el gobierno nacional y la Cumbre Agraria, e igualmente el acuerdo sobre drogas ilícitas suscrito en la mesa de La Habana y que deberá ser aplicado en la fase de implementación.

En éste último, se pactó que no se fumigue más sino que el Estado apoye con recursos, insumos, créditos, vías y comercialización a las comunidades rurales. Así, éstas podrán emprender la sustitución de los cultivos proscritos, como se busca hacer en el plan piloto que se instaló en el municipio de Briceño (Antioquia).

Pero el gobierno de Juan Manuel Santos se empeña en seguir utilizando glifosato en las regiones con presencia de cultivos de uso ilícito en regiones como el sur del país. 

Potencialmente cancerígeno

El glifosato es un químico que según organismos internacionales es potencialmente cancerígeno. Por eso el Ministerio de Salud recomendó recientemente evitar su uso como medida de precaución.

En los últimos 15 años, en el marco del Plan Colombia, casi dos millones de hectáreas fueron fumigadas en el país (casi la mitad de ellas en los departamentos de Nariño y Putumayo). Pero la fumigación no sólo no contuvo los cultivos ilícitos sino que causó graves impactos sociales y ambientales.

Hoy las comunidades del Putumayo dicen “No más glifosato” y por eso están en movilización. Exigen además el cumplimiento de los acuerdos pactados en anteriores protestas y mayor inversión social.

Si bien desde el 2015 el gobierno dejó de usar las fumigaciones aéreas, mantiene el uso del glifosato a través de métodos terrestres, persistiendo así en una fallida política antidrogas represiva y contaminante.

 

Fotografía y texto: Marcha Patriótica.

Artículo original disponible en: http://marchapatriotica.org/index.php/noticias-marcha-patriotica-2/242-regionales/3406-putumayo-contra-el-glifosato