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Chile es, a nivel mundial, uno de los más afectados por los fenómenos de desertificación. Son más de 48 millones de hectáreas, un 62,4% del territorio nacional, lo que afecta de forma directa a cerca de la mitad de la población.

Un estudio de la Comisión Nacional del Medio Ambiente, difundido con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, destaca como principales causas de este fenómeno la deforestación registrada en tiempos históricos, los incendios forestales por el uso agropecuario y los efectos del cambio climático.

La erosión de los suelos es otra arista de los procesos de desertificación que alcanza a 36.895.000 hectáreas a nivel nacional, es decir, el 48,85% del territorio chileno.

El informe culpa principalmente a la disminución de las lluvias en la zona central de Chile durante el siglo pasado, de un 20% a un 50% al año, comparable con la disminución de precipitaciones (agua caída) experimentada por el África Subsahariana.

El informe recuerda que un fenómeno similar, junto con la devastadora crisis humanitaria que provocó la sequía en África Subsahariana, impulsó a los países del mundo a subscribir la "Convención de Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en países afectados por desertificación y/o sequía grave, particularmente en África".

Un 17 de junio en París fue la fecha que Naciones Unidas instituyó como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, data que Chile recordó este martes plantando un Toromiro de la Isla de Pascua en el jardín del Congreso Nacional que se levanta en la ciudad de Valparaíso.

El Toromiro (Sophora toromiro) es una legendaria especie endémica de esa posesión chilena, en medio del Pacífico, que se encuentra extinta y por lo cual la Corporación Nacional Forestal (Conaf) mantiene un huerto clonal en el vivero de la Reserva Nacional Lago Peñuelas para reproducir este árbol y así controlar la erosión en la isla.

No obstante, pese a la grave desertificación que afecta a este país de casi 17 millones de habitantes, Chile ha recuperado unos cuatro millones de hectáreas mediante la forestación, la recuperación y manejo del bosque nativo, la recuperación de suelos degradados y el riego.

Así se desprende de un informe sobre los avances de la implementación de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en Chile.

Además, indica que la inversión pública en los instrumentos de fomento del Ministerio de Agricultura, destinada a la lucha contra la desertificación, asciende a unos 120 millones de dólares anuales, que benefician a aproximadamente 50.000 pequeños y medianos agricultores en alrededor de 250.000 hectáreas.

El ministro (s) de Agricultura, Claudio Ternicier, dijo tras la plantación del Toromiro que "este acto tiene un efecto muy simbólico, ya que a través de esta actividad queremos demostrar nuestra vocación por el cuidado de los recursos naturales, plantando una especie que está en extinción y que estamos tratando de recuperar".