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Las medidas para implantación de nuevas usinas termoeléctricas en Brasil pueden complicar la lucha contra el calentamiento global. El gobierno federal presentó un Plan Decenal de Energía. El Plan prevé la creación de 82 usinas termoeléctricas más hasta 2017. De éstas, 68 serán movidas a combustible fósil, como el petróleo, el carbón y el gas natural. Con el plan, la emisión de CO2 por las termoeléctricas debe aumentar 172%.

Para la senadora Marina Silva (PT), el Plan "es una contradicción". Ella afirma que Brasil debe "aprovechar otros tipos de energía", como la eólica, que todavía es poco explotada. La directora del Departamento Energético del Ministerio de Minas y Energía, Laura Porto, defiende el aprovechamiento de las fuentes renovables.

"Cuanto más el país tenga condiciones de invertir en fuentes renovables, mejor. Con eso, el país va a depender menos de los combustibles fósiles. Hoy Brasil tiene una condición super privilegiada con relación a la matriz [energética]. Los últimos datos muestran que casi 45% de la matriz brasileña es renovable. El promedio mundial es de 13% y la de los países desarrollados de la Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), de 6%. Estos países están completamente dependientes de las fuentes fósiles."

De acuerdo con Laura, la energía eólica es 40% más cara para la producción de cada kilowatt/hora, pero este valor puede cambiar a corto plazo.

La medida para instalación de las termoeléctricas ocurre dos semanas después de Brasil haber presentado el Plan Nacional de Cambios Climáticos. Este Plan asume metas internas de reducción de deforestación y defiende la ampliación de las energías renovables.

De San Pablo, Brasil, de la Radioagencia NP, Silvia Adoue.

www.radioagencianp.com.br/index.php?option=com_content&task=view&id=6059&Itemid=39

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