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Para contener la inflación, los chinos negocian postergar la entrega de soja sudamericana. Cada embarque de poroto frenado representa unos u$s 30 millones.

La Argentina y Brasil se pusieron en alerta en las últimas semanas ante la decisión de China de limitar y postergar sus compras de soja y derivados en América del Sur, en un intento del gobierno asiático para mitigar la inflación.

El último alerta llegó el viernes, cuando China comunicó que había cancelado dos embarques, lo que representa 60.000 toneladas, de aceite de soja desde Brasil, dado el alto stock acumulado de soja sin procesar con el que cuentan los chinos.

El Centro Nacional de Información de Granos y Aceites de China expuso en un informe que la intención de Shangai es controlar los crecientes precios de los alimentos, lo que ha llevado a una desaceleración en las compras externas de oleaginosas y cereales.

En ese marco, las autoridades chinas informaron que durante este mes prevén adquirir en el exterior 4,4 millones de toneladas de soja sin procesar, un volumen similar a las compras efectuadas en mayo de 2010, y casi la misma cantidad que en el mes que acaba de terminar.

Se trata de una desaceleración en el alza de la hasta ahora robusta demanda asiática por los commodities agrícolas, lo que está relacionado con la necesidad de reducir sus existencias de granos a fin de combatir la suba de precios internos.

En ese marco, el gobierno asiático había lanzado la venta de 3 millones de toneladas de soja de sus reservas, lo que llevó a los importadores chinos a reducir al máximo sus pedidos en el exterior.  

Perjudicados  

Los principales perjudicados por las decisiones anti-inflación chinas son Brasil y la Argentina, aunque Estados Unidos también sufrió la caída en la demanda, lo que llevó a la soja a operar por debajo de u$s 500 la tonelada el jueves, aunque el cierre de mes la encuentre a u$s 512 por la misma cantidad.

En Argentina, y en también en Brasil, compradores chinos comenzaron a contactar a sus proveedores para cambiar las fechas de entrega de la soja comprometida meses atrás.

Según fuentes del mercado, los vendedores serían indemnizados con un pago extra de entre u$s 4 y u$s 5 por tonelada para demorar embarques previstos para mayo con destino a Shangai hasta por lo menos agosto.

Esa situación genera una preocupación extra: aunque no están confirmadas cuántas toneladas ingresan en el eventual roll-over, cada embarque significa 60.000 toneladas de producto, que al precio del cierre en Chicago del viernes, representa algo más de u$s 30 millones.

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