En su informe "Balance preliminar de las economías de América Latina y del Caribe 2008", divulgado hoy (18), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) no trae buenas noticias sobre la economía de la región. Según sus estimaciones, el crecimiento económico en 2009 será del 1,9% y la tasa de desempleo puede quedar entre el 7,8% y el 8,1% durante el próximo año.
La crisis internacional provocará el fin de un ciclo de seis años de crecimiento consecutivo. Según la Cepal, de 2003 a 2008, diversos indicadores económicos mejoraron, como el índice de empleo y de pobreza. En este intervalo, la región creció a una tasa media de cerca del 5% por año, implicando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por habitante superior al 3% anual. En 2008, el PIB aumentó un 4,6%.

Durante este período favorable, los países se preocuparon por el equilibrio macroeconómico, generando superávit en las cuentas externas y fiscales. Por eso, la región se encuentra mejor preparada, sin embargo no es inmune a la crisis. "Estos resultados no se repetirán en 2009. La tasa de crecimiento prevista para el próximo año será sumamente inferior a la del período que finaliza, de manera que los gobiernos de la región deberán desplegar todo el potencial con que cuenten, en términos de políticas contracíclicas, a fin de evitar un deterioro mayor", se alerta en el informe.

De acuerdo con el análisis, la crisis sistémica afectó a los mercados de crédito de los países desarrollados, lo que generó un impacto en la economía real fuertemente negativo, aunque no exista una idea precisa de su magnitud. La Cepal cree que los impactos pueden ser observados tanto del lado real como en el aspecto financiero de las economías.

"En primer lugar, la desaceleración global provocará una reducción del volumen y el precio de las exportaciones, la caída de las remesas y la baja de la inversión extranjera directa y de la demanda de servicios de turismo. Por otro lado, los países enfrentarán mayores dificultades de acceso y un mayor costo del financiamiento externo", se afirma en el documento.

La distribución de la renta también se verá afectada, a causa del desempleo y de la caída del nivel de remesas. Por eso, la Cepal considera que las políticas públicas no sólo enfrentan el desafío de estabilizar el crecimiento económico con políticas anticíclicas, sino también el desafío de desarrollar instrumentos para proteger a la población más vulnerable de los efectos de la crisis.

Una de las recomendaciones de la Cepal es el estímulo del comercio interregional y la integración en el sentido más amplio posible. El establecimiento de una nueva arquitectura financiera internacional también es sugerido por la entidad. Así, los organismos crediticios regionales conseguirían un relevo en la región, proveyendo la liquidez necesaria para el financiamiento de todos los esfuerzos.