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Comuneras de Chullupata-Cotabambas, 12 de abril 2023. Foto: Miguel Gutiérrez, CooperAcción.

La provincia de Cotabambas, en el Departamento de Apurimac, es famosa por su resistencia en años anteriores a la gran minería de “Las Bambas”, en el corredor minero del sur andino del Perú. En días pasados se tuvo diversos espacios de análisis, reflexión y vistas de intercambio con múltiples actores sobre la situación y las perspectivas de la agroecología en las comunidades y la Provincia.

Entre otros aspectos se vio que la Provincia está amenazada por al menos dos frentes. La actividad minera, tanto la gran minería precisamente de “Las Bambas” que viene explotando cobre y otros minerales en las últimas dos décadas, como la minería artesanal en diferentes comunidades de la Provincia. Ambas están afectando la cohesión comunal y familiar, hay conflictos sobre el derecho propietario colectivo y familiar sobre las tierras y por el acceso y uso del agua, que contaminan cada vez más; pérdida de la capacidad decisional y el control territorial de las organizaciones y autoridades comuneras sobre sus territorios; cambio de hábitos de consumo y desvalorización de la producción local, especialmente en los centros urbanos, pero también el algunas comunidades agromineras; muchos comuneros optan por la actividad minera, que les genera más ingresos -al menos temporalmente- y dejan la agricultura enteramente a cargo de las mujeres; muchos valores culturales se van perdiendo, y ha recrudecido el machismo.

La otra amenaza identificada es el cambio climático y sus efectos. “Este año, primero no ha llovido a tiempo, después la granizada ha sido fuerte y ha afectado totalmente los cultivos, y encima llegó la helada cuando no era tiempo de helada, y todo eso nos hace pensar, qué vamos a hacer…”, indicó Wilbert Ccopa, de la comunidad Amaru Pata.  “Hemos perdido la mitad de la producción de papa, y eso, algunos han perdido más todavía …”, complementó otro comunero.

Pese a todo, estas mismas familias comuneras ven que la única manera de asegurar su vida a largo plazo en el territorio es la producción agroecológica en que ya vienen trabajando, incluso algunos analizan cómo aprovechar los recursos mineros en sus propias comunidades y sin las consecuencias que deja la gran minería. Actualmente gran parte de su alimentación la producen en sus propias comunidades con riego o a secano.

“Nos dedicamos a trabajar nuestra chacra, a la agroecología. Tenemos producción de zanahoria, cebolla, rabanito, arveja, papa, trigo, gallina, pastos para cuy y otros. La producción es para nuestro consumo y también vendemos, llevamos a Tambobamba. También mensualmente vendemos en la feria agroecológica T’ikapallana, tenemos certificación SGP [Sistema de Garantías Participativas]…. Ahora me siento feliz, pero no tanto, todavía tengo planes, mejorar más en mis cultivos, conseguir fitotoldo, mejorar mis ingresos, creo que con unos 1.500 soles mensuales o tal vez con un poco más, podría estar mejor”. (Verónica Guachaca).

Productora agroecológica de Comunidad Chullupata, 12 de abril 2023. Foto: Miguel Gutiérrez, CooperAcción.

“Con la agricultura vivimos, con eso mantenemos a nuestras familias, con eso hacemos estudiar a nuestros hijos…” afirmó una de las dirigentes del Distrito de Mara.

Por su parte, el Presidente de la macro región del Sur del Perú indicó que “sin la alimentación y la agricultura no hay vida. Cuando se discute el tema de salud y la educación, siempre se vuelve al tema de la alimentación. Un niño que no está alimentado bien no puede estudiar…”.

Uno de los desafíos que identificaron para continuar y ampliar la producción agroecológica es la incorporación de nuevas tecnologías para afrontar los efectos del cambio climático (horticuy, invernadero, riego tecnificado…) y alivianar también el trabajo, se conversó sobre un “chaquitajlla” modernizado y adaptado a la agricultura de ladera; la crianza del agua, con siembra y cosecha del agua (reforestación y prácticas agromecánicas); el cuidado de la agrobiodiversidad y de la fertilidad de los suelos. También se conversó sobre “recuperar prácticas y roles como los del arariwa (cuidador de las chacras y cosechas)”, pero que tiene que combinar su trabajo con las tecnologías de información y comunicación, TIC, y digitales. Recuperar y fortalecer valores como la reciprocidad y trabajo comunal: ayni, faena, trueque. Estos y otros aspectos consensuados para que Cotabambas, a largo plazo, sea un territorio donde se viva bien o “Allin kausay suyu”, en idioma quechua. 

Las autoridades municipales y provinciales recientemente elegidas -especialmente regidoras y regidores-, y que inician un nuevo periodo de gobierno, respaldan la decisión de las organizaciones comuneras e instituciones de apoyo y las instituciones públicas y privadas de promover la agroecología con normativas, recursos económicos para proyectos, no solo en las comunidades donde han avanzado hasta ahora, sino en toda la provincia.

Comunidad Amaru Pata, 12 de abril 2023. Foto: Lorenzo Soliz, IPDRS

El Regidor Alejandro Velásquez comprometió la “voluntad de las autoridades de firmar un convenio para impulsar la agricultura familiar, la agroecología, mediante trabajo articulado entre todos, como medio para la promoción de la soberanía alimentaria y combate de la anemia, mediante el consumo de productos y alimentos locales…”.

El trabajo de estas jornadas fue organizado por las instituciones CooperAcción y el Centro Bartolomé de Las Casas, que trabajan en Cotabambas, el Comité Católico contra el Hambre, CCFD-Tierra Solidaria y el IPDRS. Implementan el Programa Transición hacia la Agroecología Campesina al servicio de la Soberanía Alimentaria, TACSA, con el apoyo financiero de la Agencia Francesa para el Desarrollo, AFD.