“La Pachamama abre su boca para recibir nuestra ofrenda, alimentarse y renovar el compromiso de su protección que asegure la salud, trabajo y el bienestar”, fueron las palabra que pronunció el amauta al iniciar el ritual de la wajta u ofrenda que se realizó en la comunidad de Alkamari ubicada en el valle de las animas a media hora de la ciudad de La Paz.
Con una vista panorámica del nevado Illimani el achachila, el personal de ICCO y del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica participaron del ritual de ofrenda, primero para agradecer por todas las bendiciones y posteriormente para pedir a la Madre Tierra prosperidad para ambas instituciones.
Para la cultura andina, las mesas u ofrendas que se celebran con especial énfasis el mes de agosto, alimentan a la Pachamama y de esta manera se agradece por los favores concedidos. A cambio, ella otorga mayor prosperidad. El mes de agosto es considerado el mes de la Pachamama o Madre Tierra en el marco de la Cosmovisión andina y aduce importancia para el trabajo agrícola principalmente en la región occidental de Bolivia.
