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Los pueblos indígenas de Trio y Wayana han presentando una propuesta legislativa para convertirse en custodios de unos 72.000 kilómetros cuadrados de terreno al sur de Surinam, "el país más verde del mundo", y protegerlos de la minería de oro y la industria maderera, que están arrasando su hábitat.

Surinam, reconocido como el país más verde del mundo, cuenta con una de las huellas ecológicas per cápita más bajas del mundo. Los pueblos indígenas de Trio y Wayana han presentando una propuesta legislativa para convertirse en custodios de unos 72.000 kilómetros cuadrados de terreno al sur de Surinam, "el país más verde del mundo", y protegerlos de la minería de oro y la industria maderera, que están arrasando su hábitat.

“Por los pasados diez a quince años ha habido una expansión de la industria de minería de oro en todo Surinam y las comunidades indígenas entienden que es importante tomar un rol activo para conservar sus tierras”, dijo hoy en entrevista a Efe Laurens Gomes, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Surinam.

Esa es una de las organizaciones internacionales, junto a Conservación Internacional, que ha ayudado a estos pueblos a redactar una declaración de cooperación que ha sido remitida a la Asamblea Nacional de Surinam.

Según Gomes, ambos pueblos han visto cómo en los últimos años su hábitat y sus recursos naturales para subsistir se han visto afectados por las actividades madereras y mineras que, por ejemplo, han contaminado parte de los ríos y los bosques en la zona.

“El uso de químicos como el mercurio para extraer el oro ha contaminado ríos y afectado la calidad de vida de los peces, que a su vez son consumidos por estas comunidades”, relató el representante.

Escudo guyanés 

El sur de Surinam es la zona menos perturbada del bioma amazónico y forma parte de la extensión continua más grande de bosque tropical en estado casi prístino, según WWF.

Además, forma parte del Escudo guyanés, una de las áreas geológicas más antiguas del mundo, que ocupa parte del noreste de América del Sur (la Guayana Venezolana, el norte de Brasil, Guyana, Surinam, la Guyana francesa y parte de Colombia).

Otro de los retos que ha enfrentado la población indígena en el área es que el Gobierno de Surinam no les reconoce ningún derecho sobre los terrenos que habitan.

En su opinión, esa falta de legislación amenaza la supervivencia de las comunidades e implica por ejemplo que esos terrenos pueden ser cedidos a inversionistas extranjeros, con lo que sus casas podrían ser expropiadas y su entorno natural destruido.

Según el WWF, la región sureña que se busca conservar “genera más del 60 % del agua de Surinam anualmente”. Además, comprende cerca de la mitad de los bosques de la nación sudamericana, que absorben más de ocho millones de toneladas (17.637 millones de libras) de carbón al año.

“Mientras nosotros necesitamos los recursos del planeta para vivir, el bosque los provee”, dijo el capitán Shedde de la aldea Trio de Alalapadu al presentar esta declaración ante las autoridades de Surinam.

Conservar la naturaleza

“Si pensamos y nos preocupamos por nuestras futuras generaciones, ahora es el momento de actuar y trabajar juntos para conservar la naturaleza”, defendió Shedde, de acuerdo con las declaraciones difundidas por el WWF.

La redacción de esta declaración surgió a raíz de la colaboración entre las citadas organizaciones ecologistas y ambas comunidades indígenas hace un año para estructurar sus reclamos y recopilar pruebas.

Estos pueblos indígenas consideran que ellos tomaron prestadas las tierras de sus nietos y, para poder seguir disfrutando de ellas, consideran necesario que se cree un “corredor de conservación” que sería custodiado por ellos mismos, tal y como proponen.

El corredor de conservación indígena que proponen ambas tribus conectaría a una de las redes más grandes de áreas protegidas en los trópicos, que incluye el Parc Amazonien en la Guyana Francesa y el Tumucumaque en Brasil.

Por el momento, la iniciativa cuenta con el apoyo de varios ministerios del país, como el de Desarrollo Regional y el de Manejo de Bosques, pero, según Gomes, el Gobierno aún no se ha manifestado sobre esta propuesta, que fue expuesta ante la Asamblea Nacional la semana pasada.

Tampoco se ha fijado aún un calendario en el seno de ese organismo legislativo para discutir la propuesta. Si en julio no se ha avanzado, “las comunidades indígenas se reunirán para discutir los próximos pasos a seguir”, dijo Gomes.

Surinam es un país reconocido con frecuencia como el país más verde del mundo y de hecho cuenta con una de las huellas ecológicas per cápita más bajas del mundo.