En las comunidades de Yabalo y Thaco del municipio de Irupana – Bolivia, habita una población importante afroboliviana. La pandemia del Covid-19 desató una gran crisis dentro de las mismas, ya que su principal sustento económico era la producción de coca.

 Ante la escasez de comida dentro de las comunidades se retomó la práctica de los huertos familiares, un conocimiento que se había dejado en el pasado ya que en los últimosaños la tierra solo se usaba para plantar coca.

Las mujeres y hombres de las comunidades mencionan lo importante que fue retomar el trabajo en la tierra, el valor de dejar a sus hijos e hijas este conocimiento como una práctica llena de esperanza. A pesar de que la crisis dejó los platos vacíos de Yabalo y Thaco, fue el inicio para reivindicar la alimentación sostenible a partir del trabajo digno en la tierra. Por otra parte, contribuir a la reconstrucción de los suelos, ya que debido a la producción de coca decían que la tierra estaba muy cansada.

La nueva lucha que tienen estas comunidades es el acceso al agua para mejorar sus huertos, y propagar esta iniciativa dentro de los demás pueblos afrobolivianos.