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Más de 20 Ministros de Agricultura suscribieron en París la “Declaración de Apoyo a la Agricultura Familiar” en la que se comprometen a crear “un entorno favorable” para los agricultores familiares con políticas públicas en sus países. La iniciativa fue gestada en el marco del 51° Salón Internacional de la Agricultura de París (Documento íntegro de la Declaración de París).

La 51 edición del Salón Internacional de la Agricultura, celebrada del 22 de febrero al 2 de marzo, en París, fue pensada para fortalecer los lazos entre el norte y el sur del Mediterráneo y reflexionar  acerca del papel de la agricultura familiar y la seguridad alimentaria como eje principal de la cooperación agro-mediterránea y el co-desarrollo.

Hasta el momento, los países que se han suscrito a la Declaración en Apoyo a la Agricultura Familiar son Brasil, Francia, España, Rumanía, República Checa, Portugal, Suiza, Eslovenia, Finlandia, Albania, Serbia, Afganistán, Georgia, Costa de Marfil, Malí, Sudáfrica, Túnez, Argelia, Israel, Jordania y la  Región Valona (Bélgica).

En la Declaración, los Ministros de Agricultura de los países adheridos rinden homenaje al trabajo de mujeres y hombres agricultores familiares, muestran su “plena confianza a sus capacidades individuales y colectivas para contribuir y hacerle frente al desafío de la producción agrícola y alimentaria, a la salvaguarda del medio ambiente y del empleo”.

2014 ha sido elegido como el Año Internacional de la Agricultura Familiar. En un mundo que supera ya los 7.000 millones de habitantes la cuestión de cómo alimentar el planeta no es baladí y el rol de este tipo de agricultura como motor de desarrollo rural y de lucha contra el hambre es innegable, mencionan.

Oscar Bazoberry, Director del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS), participó recientemente en la Campaña de Sensibilización contra el Hambre y la Pobreza  en el Mundo, evento promocionado por la institución de cooperación española Manos Unidas, con el fin de fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

Manos Unidas postula que la fraternidad universal entre los pueblos del planeta es condición necesaria para un desarrollo verdaderamente humano. Bazoberry, desde los países del sur, señaló que esa alianza debe incluir a la población campesina indígena y afrodescendiente, para enfrentar la apropiación de la llamada economía verde, economía que está proporcionándo al agrocapitalismo un control nunca antes visto sobre la vida del planeta.