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"Clones de papa resistentes a muchos de los fenómenos naturales que se prevén con el cambio climático se encuentran a disposición de los programas de mejoramiento genético de papa de cualquier lugar del mundo desde el mes de julio", informa el portal SciDev.net.

Se trata de un resultado del proyecto Ampliando la frontera agrícola de la papa para disminuir los efectos del cambio climático (CLIPAPA) que identificó variedades con mejor adaptación a condiciones ambientales adversas.

El proyecto fue coordinado por el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER), con participación de centros agropecuarios de Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador y Costa Rica. La idea también es introducir nuevos genes de resistencia en distintas variedades para generar resistencia al tizón tardío (Phytphthora infestans), una plaga que se está viendo alterada por el cambio climático.

El presupuesto de trabajo superó un millón de dólares que fueron ejecutados desde la gestión 2011 hasta el primer trimestre de este año. "La disponibilidad de variedades apropiadas para condiciones ambientales adversas -dice la página del proyecto-- mejorará la competitividad del cultivo de la papa, aumentará la superficie de su cultivo, y diversificará la producción agraria, asegurando el suministro de alimentos en zonas deprimidas. El cultivo de genotipos adecuados aumentará los ingresos de los agricultores, contribuyendo de esta forma al desarrollo sostenible, a la seguridad y soberanía alimentaria, al incremento de la calidad de vida, y a la paz en esta región".

Ahora los agricultores cuentan con variedades apropiadas, con buena adaptación a los cambios esperados en temperatura, precipitación, y mayor resistencia al tizón tardío. Los clones mejorados se obtuvieron a través de "un conjunto de marcadores moleculares útiles para predecir el comportamiento agronómico y la adaptación a estreses abióticos y bióticos en germoplasma desconocido y clones de mejora genética".

El estudio contó con los siguientes componentes, según la página de Fontagro, con varias actividades en cada caso: Evaluaciones fenotípicas de resistencias/tolerancias a los estreses (sequía, frío, etc., mediante bioensayos); evaluación de marcadores específicos de genes candidatos para estreses bióticos y abióticos; actividades de mejoramiento genético integrando los resultados de los componentes anteriores para combinar características favorables y generar de esta forma variedades adaptadas en un futuro próximo; actividades de difusión, transferencia y demostración para lograr la implantación de los resultados obtenidos en el mundo científico y a nivel de agricultores.

Para la producción de las variedades resistentes se usaron especies silvestres, variedades comerciales y nativas de papa provenientes de las Islas Canarias y los países andinos que fueron sometidas a pruebas bajo condiciones de sequía, y calor y frío extremos, informó a SciDev.Net Leire Barandalla, investigadora de NEIKER. Los clones obtenidos podrán usarse en programas de mejoramiento genético de cualquier lugar del mundo, previa evaluación de su resistencia a enfermedades del lugar, señala.