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La Unión Europea espera que el contexto de crisis económica mundial y la expansión registrada por los países del Mercosur en los últimos años faciliten la concreción de un acuerdo comercial entre ambas partes. Aun así considera que la escasa integración dentro del bloque sudamericano complica un avance ágil de las negociaciones.

En un almuerzo organizado por la Fundación Carolina en Bruselas, el director para América Latina de la Dirección General de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Gustavo Martín Prada, afirmó que ninguno de los dos bloques está dispuesto a que las negociaciones vuelvan a fracasar como en 2004.

"Antes de relanzar las negociaciones, tuvimos un año entero de discusiones preliminares porque todos somos conscientes de que no nos podemos permitir un segundo fracaso. Tomaremos una serie de recaudos si no estamos seguros. Soy más optimista de lo que era en 2004", aseguró el jerarca.

Las declaraciones se dan con el telón de fondo del encendido debate parlamentario que se dio en la Unión Europea sobre los potenciales beneficios de un acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur, cuyas tratativas fueron criticadas por eurodiputados que ven en ellas un riesgo para los agricultores del bloque.

"Corremos el riesgo de abrir la caja de Pandora (con un acuerdo con Mercosur). Muchos sectores agrícolas estarían en peligro ¿Qué necesidad había de relanzar las negociaciones?", dijo el conservador británico James Nicholson.

La semana pasada el presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva se comprometió a avanzar en un acuerdo durante su presidencia pro témpore del Mercosur que se inicia el próximo mes. Pero hay dudas del éxito de que los pasos sean grandes. El director para América Latina de la Dirección General de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Prada, sostuvo que la propia falta de integración dentro del Mercosur ha "complicado" las negociaciones.

"Es mucho más fácil negociar con una región que está más integrada que con otra que en muchos sectores no ha avanzado en la integración. Hay una asimetría con la Unión Europea, que sí está integrada, y eso complica la negociación", sostuvo Prada. Agregó que "hace muchos años existe un gran malentendido porque ambos bloques suelen considerar que la otra parte no le presta suficiente atención. Es curioso porque es un sentimiento recíproco".

Por otra parte, el ejecutivo descartó un mayor proteccionismo. "Todos aprendimos de los años 30 que la mejor manera de empeorar una crisis económica es separarse. Por lo tanto, para nosotros las negociaciones con el Mercosur son una manera de asegurarnos de no cometer los mismos errores del pasado", dijo. "Evidentemente se podría pensar que la crisis ha empeorado las cosas, pero yo pienso que no. La crisis nos dará a ambas partes una cierta urgencia para avanzar en un acuerdo que no teníamos en 2004", dijo el jerarca.

También resaltó que la situación económica de los países del Mercosur "es mucho mejor que en 2004" y que ha cambiado el panorama agrícola, porque en los últimos años, en especial en Argentina, hubo un desarrollo de otro tipo de productos que ya no se dirigen como antes sobre todo a la UE sino a Asia, como la soja. "Entonces, lo que en 2004 era prioridad absoluta en términos de Mercosur en el caso de los cereales y la carne, ya no lo es". Agregó que el capítulo agrícola "que es el más espinoso de esta negociación, hoy llega bastante más llevadero y manejable".