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La FAO informó que el 75 por ciento de la diversidad agrícola se perdió entre 1900 y 2000 y un 22 por ciento de "parientes silvestres" de cultivos como el cacahuate, la papa y el frijol desaparecerán para 2055 por el cambio climático. 

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) presentó su "Segundo Informe del estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo", en el que alertó sobre la amenaza climática en los cultivos.

El organismo indicó que la diversidad genética de las plantas que cultivamos, que nos sirven de alimento, y sus "parientes silvestres" podrían perderse para siempre.

Pronosticó que entre 16 y 22 por ciento de los "parientes silvestres" de cultivos alimentarios como el cacahuete, la papa y el fríjol desaparecerán para 2055 a causa del cambio climático.

El informe advirtió que la pérdida de biodiversidad tendrá un gran impacto en la capacidad de la humanidad para alimentar a los nueve mil millones de personas que seremos en 2050, con los más pobres del mundo entre los más afectados.

La FAO señaló que el cambio climático y la creciente inseguridad alimentaría son grandes desafíos para los sistemas agrícolas del mundo, desafíos que no pueden afrontarse sin la recolección, preservación y uso sostenible de los recursos fitogenéticos.

"Incrementar el uso sostenible de la diversidad vegetal podría ser la clave para hacer frente a las dificultades de los recursos genéticos en la agricultura", enfatizó el director general de la FAO, Jacques Diouf.

"Existen miles de variedades silvestres de cultivos que deben ser recolectadas, estudiadas y documentadas porque esconden secretos genéticos que les permiten resistir al calor, la sequía, la salinidad, las inundaciones y las plagas", agregó.

El informe de la FAO subrayó que el 50 por ciento del incremento en el rendimiento de los cultivos en años recientes se deriva de las nuevas variedades de semillas. El riego y los fertilizantes son responsables del restante 50 por ciento.

Un buen ejemplo reciente es la variedad de arroz de maduración rápida New Rice for África (NERICA), que ha transformado las economías locales en diversas partes de África.

Destacó que han pasado 12 años desde que se publicó el "Primer Informe del estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo", y durante ese tiempo el panorama alimentario a nivel internacional ha cambiado en forma drástica.

El hambre se ha reducido en algunos países, pero ha aumentado en otros. Los precios del combustible y de los alimentos se han incrementado en forma notable.

La globalización se ha extendido y profundizado, y las importaciones de alimentos baratos en algunos países amenazan la riqueza de la diversidad local.

Aunque el informe no intenta cuantificar la pérdida de biodiversidad, calcula que 75 por ciento de la diversidad agrícola se perdió entre 1900 y 2000.

Tan sólo cinco variedades de arroz suministran en la actualidad el 95 por ciento del total de la cosecha en los principales países arroceros.

La FAO señaló que en los últimos 12 años los bancos de genes han visto aumentar su número y tamaño. Existen cerca de mil 750 bancos de genes en todo el mundo, unos 130 de ellos contienen más de 10 mil adquisiciones.

En 2008 se inauguró en Noruega la gran reserva de la diversidad agrícola mundial, el Depósito Mundial de Semillas de Svalbald.

Del total de 7.4 millones de muestras conservadas en el mundo, los bancos de genes de los gobiernos nacionales conservan 6.6 millones, un 45 por ciento de las cuales se encuentra en tan sólo siete países, frente a las 12 naciones que había en 1996.