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Mendoza se encamina a tener este verano su sexto año consecutivo de crisis hídrica. Así lo fija una estimación preliminar del Departamento General de Irrigación (DGI), que anuncia otro año con escasez de agua.

No obstante, según los cálculos iniciales efectuados por el secretario de Gestión Hídrica Mario Salomón, esta temporada habrá dos ríos, de un total de seis, que tendrán caudales considerados normales: el Mendoza y el Tunuyán.

Es un dato alentador, porque en el 2015 sólo el río Mendoza registró estándares normales, mientras el Tunuyán, el Diamante, el Atuel, el Grande y el Malargüe no pudieron alcanzar el nivel promedio de caudal.

Salomón destacó que este diagnóstico es una estimación, porque aún no se han efectuado las mediciones del espesor de nieve que hay en la cordillera, que son las que permiten establecer de manera científica cuál será el escurrimiento que tendrán los ríos durante el verano.

Las mediciones se comienzan a hacer en septiembre. Para eso, los técnicos suben en helicóptero y a pie, a distintos puntos del cordón montañoso del Oeste, para medir el espesor de la nieve. De esta manera pueden establecer cuál será la cantidad de agua que bajará por los ríos.

Además de la cantidad de nieve que haya caído durante el invierno en la cordillera, hay dos factores colaterales que inciden directamente en la cantidad de agua escurrida. Uno es la temperatura que se produzca en el verano. Si el ciclo estival resulta benévolo, con temperaturas no demasiado altas, el escurrimiento es menor. Pero además hay otro factor que preocupa a los especialistas: el efecto del calentamiento generalizado de la atmósfera que retrae cada año la superficie de hielo en la cima de las montañas.

"Cada año es más chica la superficie de las montañas cubiertas con los hielos eternos –manifestó preocupado el funcionario de Irrigación– porque antes encontrábamos nieve eterna a los 3.800 metros sobre el nivel del mar y ahora hay que subir hasta los 4.500 metros para encontrarla. Es clara la retracción de la oferta de hielo", manifestó Salomón.

El panorama a futuro

"Siempre hemos tenido años de sequía, pero ahora el fenómeno fundamental es la persistencia. Ahora deberemos acostumbrarnos a la continuidad de años de sequía. Es un fenómeno que también se da en otras cuencas", afirmó.

En Chile llevan 9 años de crisis hídrica y en Estados Unidos llevan 10 años. Acá la cuenca del Sur, cumplirá este año, 7 temporadas consecutivas de escasez de agua.

Para mitigar los efectos del problema Irrigación ha cambiado la estrategia del uso del recurso hídrico. Apunta a trabajar sobre la demanda para abastecer las necesidades de acuerdo al criterio de lo más necesario.

Para eso Irrigación tiene instalados 550 puntos de mediciones que tienen los productores para monitorear en forma continua el nivel de agua que llega a todos los rincones de los oasis.

La segunda acción es concientizar sobre el cuidado del agua

"Este es un punto que hay que fortalecer cada vez más. Tenemos que ser eficientes y razonables; hay tratar de gastar cada vez menos, plantar árboles que consuman menos agua, mantener los surcos limpios y evitar pérdidas", detalló Salomón.

Las obras

En tercer lugar Irrigación pone énfasis en las obras, todas tendientes a evitar el desperdicio de agua que se produce por filtraciones o mal manejo.

Ahora se han invertido $143 millones en trabajos para mejorar el riego. Esto beneficiará a más de 47.000 hectáreas en forma directa en todos los oasis productivos.

Para poner a punto el sistema y contribuir a la eficiencia en la distribución del agua, Irrigación apostó por tercer año consecutivo a un plan de obras por administración que incluye obras de impermeabilización, revestimiento, reparación y modernización de cauces en las cinco cuencas de la provincia por $25 millones.

Además, se realizaron labores de mantenimiento en los principales diques de Mendoza con una inversión -según versiones oficiales- de $10 millones; se invirtieron $10 millones en obras en el canal marginal del Atuel, $5 millones en puntos de medición del sistema Mido, y $2 millones más en obras de menor envergadura de impermeabilización y reparación de cauces.

Además, $91 millones irán a la modernización de los sistemas de riego del Arroyo Villegas-Canal La Pampa, en el Tunuyán Superior.

Reducen el costo de obras hasta el 50%

Para mejorar la red hídrica, Irrigación trabajó bajo la modalidad de obras por administración. Con este sistema Irrigación financia la obra, aporta los profesionales de la sede central y de las subdelegaciones de agua para el seguimiento y el control técnico, y las inspecciones de cauce se encargan de la ejecución, adquisición de materiales y contrato de la mano de obra. A partir de las necesidades concretas se avanza en obras que contribuyen a mejorar el sistema. Con esta modalidad se reducen costos de obra hasta el 50%, se afianza la relación con las comunidades de usuarios y se emplea mano de obra local para la ejecución.

 

Fotografía: Horacio Rodriguez / Diario UNO

Texto: Sara González / Diario UNO

Artículo original disponible en: http://www.diariouno.com.ar/mendoza/crisis-hidrica-afirman-que-se-viene-otro-verano-escasez-agua-20160826-n1215422.html