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Brasil pretende expandir en 2014 su “diplomacia agrícola”, como es conocida la red de cooperación en tecnología agropecuaria que el Gobierno realiza en más de 30 países de África y América Latina y que forma parte de la estrategia sur-sur de la política exterior brasileña.

“Este año será el de masificar los proyectos de agricultura familiar, sobre todo en África, destinados principalmente a la seguridad alimentaria”, confía el director de proyectos de cooperación técnica de la Empresa Brasileña de Pesquisa en Agricultura y Ganadería (Embrapa),Alberto Santana.

La estatal actúa en África y en América Latina a través de la Agencia Brasileña de Cooperación, órgano de la Cancillería, y ha sido una de las herramientas de la política exterior que tiene el país sudamericano, que aspira a ser un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 2014 será el Año Africano de la Agricultura y la Seguridad Alimentaria.

Desde 2002 hasta 2013, por ejemplo, la relación comercial entre Brasil y África creció un 449 %, de acuerdo con los números del flujo comercial del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior brasileño, como parte de la estrategia trazada en 2003 con la llegada al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

“Esto forma parte de la cooperación Sur-Sur iniciada con el Gobierno de Lula, porque la gran cuestión en África es la cultura alimentaria y dotar de conocimiento y técnica a la población rural para que no sean dependientes de los alimentos extranjeros”, una política que ha sido continuada por la presidenta Dilma Rousseff, insiste Santana.

En África, Brasil tiene oficinas de Embrapa en Mozambique y Ghana y la presencia de un funcionario en Malí.

Los países que reciben cooperación de Brasil, sobre todo destinada a la agricultura familiar, sonSenegal, Guinea Bissau, Mali, Burkina Faso, Ghana, Togo, Benín, Nigeria, Chad, Gabón, Congo, Angola, Zambia, Mozambique, Malaui, Kenia, Etiopía, Uganda y Burundi.

“Siempre actuamos bajo demanda del país interesado”, dijo el funcionario.

En Mozambique, Embrapa trabaja con Japón en el programa Pro Savana para la difusión entre los agricultores familiares de productos como maíz, fríjoles, sorgo, mandioca, maní, algodón, arroz y soja.

De igual manera, trabaja con la agencia de cooperación norteamericana (USAID) en la confección de una red de productos agrícolas que puedan ser los proveedores de la merienda escolar, a base de hortalizas, a los niños de las escuelas públicas.

“Nuestro trabajo es fortalecer la investigación rural, la infraestructura y el entrenamiento de los agricultores”, sostuvo Santana, para quien uno de los puntos más importantes en la cooperación será el envío de maquinaria agrícola.

La experiencia brasileña sobre algodón en los países del centro de África fue llevada a partir de los resultados de la producción en el estado de Bahía y otros del noreste.

El resultado, de acuerdo con los técnicos de Embrapa, se verá en cinco años porque deben sobreponerse, para estos cultivos, barreras de tipo cultural y antropológicas frente al uso de la tierra.

América Latina

En cuanto a América Latina, existen cooperaciones diferenciadas, como en Venezuela con un programa de plantación de la soja extensiva. En el ámbito sudamericano, Brasil tiene un proyecto de aplicar en Bolivia, Perú, Argentina, Uruguay y Paraguay un proyecto para financiar la cooperación técnica en adaptar el cultivo del algodón en las pequeñas propiedades rurales con la producción de alimentos. Esta iniciativa se encuentra en el marco de la sanción que la Organización Mundial de Comercio (OMC) de 2009 que autoriza a Brasil a adoptar represalias comerciales contra Estados Unidos por unos 830 millones de dólares por año a raíz de haber subsidiado a sus productores algodoneros, lo que perjudicó a los brasileños.
En América Central, la apicultura en Honduras es el principal proyecto y en el Caribe la cooperación apunta a la asesoría técnica en plantío de frutas y hortalizas en Trinidad y Tobago y en Haití, con agricultura familiar para la alimentación nacional.
En ese sentido, Empraba desarrolla en Cuba, país visitado esta semana por Rousseff, uno de los mayores logros de la investigación brasileña desde los años 70, que es la semilla de soja tropical.
En Cuba “tenemos cuatro proyectos: soja, maíz y combate contra las plagas agrícolas y control de metales pesados en la agricultura, además de cría de ganado ovino y caprino”.

Brasil: Potencia Agropecuaria