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Grupos madereros amenazan con invadir, en cualquier momento, dos aldeas de la tierra indígena Ka’apor, en el Estado de Maranhão. La agresión sería una represalia por el accionar de los indígenas Ka’apor que, en actividades de etno-mapeo del territorio tradicional, durante la última semana, confiscaron tractores de surco, armas, motosierras, camiones y motocicletas. Los ka’apor detuvieron también a un grupo de hombres que manejaba los equipos de retiro ilegal de madera y, de acuerdo con informaciones, hasta el momento, no tuvieron apoyo de las fuerzas federales.

De acuerdo con informaciones de indígenas y de quienes los apoyan, cuyos nombres el Cimi preserva por razones de seguridad, los agrupamientos madereros se han concentrado en los municipios Nueva Olinda de Maranhão y Santa Luzia do Paruá, cercanos a la tierra indígena. Sin embargo, según los indígenas, la entrada que da acceso a las aldeas está en la ciudad de Centro do Guilherme. "Es una unión de agresores que viven amenazando e intimidando a los indígenas”, cuenta alguien que los apoya.

Hace más de un año los ka’apor iniciaron rondas de monitoreo ambiental y territorial en el área que comprende la demarcación de la Tierra Indígena Alto Turiaçu. El trabajo consiguió proteger el 70% del área, sin embargo, el resto sigue invadido por madereras y aserraderos instalados, con destaque en el centro-oeste marañense y en Paragominas, Estado de Pará. Con la eliminación de la intrusión de la Tierra Indígena Awá Guajá, tales asociaciones delictivas concentraron sus esfuerzos en la tierra Alto Turiaçu.

"Desgraciadamente, existe connivencia por parte de los poderes municipales. Esos madereros tienen haciendas y son los mismos que devastaron la tierra indígena Awá, ahora en fase de protección después de la eliminación de la intrusión”, dice un amigo de los indígenas. Él explica que los equipos de la Fundación Nacional del Indio (Funai) son intimidados en la región y no reciben apoyo del gobierno federal para crear puestos de apoyo y vigilancia. Los que existen están sin protección policial, y es común que sean atacados, sobre todo en la tierra indígena de los awá.

A fines de este mes, vence el plazo establecido por la Justicia Federal para la creación de más puestos, pero, hasta ahora, nada se hizo. "Los Ka'apor y demás pueblos indígenas de Brasil están dando al Estado brasilero una verdadera demostración de autonomía y comprobando la falta de compromiso e inoperancia de los órganos públicos, que deberían resguardar y proteger los territorios indígenas”, opina otro amigo local del pueblo Ka’apor.

Por su parte, los indígenas ka’apor afirman que seguirán protegiendo sus tierras en rondas de fiscalización y en contra de la invasión maderera. En las aldeas, el clima es de vigilia y atención mientras un grupo de guerreros sigue en la floresta detectando posibles invasores.


Traducción: Daniel Barrantes - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.