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La señora Jadichi Balbuena, pobladora de la Colonia 6 de Enero Planta 1 del distrito de Tacuatí (San Pedro), denunció que sus cultivos de sandía se vieron afectados por las fumigaciones provenientes de los sojales, propiedad de colonos menonitas de la zona.

La denuncia fue presentada la semana pasada en la comisaría local, en el Juzgado de Paz y en la Fiscalía del Ambiente de Santa Rosa del Aguaray sin que ningún funcionario público o autoridad hasta el momento se haya constituido a corroborar los hechos.

“Llamé al fiscal Néstor Narváez pero no me atendió, entonces solo nos queda recurrir a la prensa para hacer visibles las pérdidas”, se lamentó Balbuena, en entrevista concedida a la comunicadora popular Paulina Ramos para el programa “Kuña ñe’ê”, que se emite los sábados de 5 a 7 de la mañana por Radio Ñasaindy 620 AM.

Se trata de una hectárea de plantación de sandía que estaba siendo protegida de las últimas heladas con mucho sacrifico con prácticas de la agricultura tradicional; las pulverizaciones del terreno aledaño terminaron quemando todo. También han aparecido gallinas muertas aparentemente por la intoxicación que provocan las maquinarias del agronegocio, todo lo cual ocasiona grandes pérdidas para las familias campesinas, que deben lidiar con estas situaciones en cada inicio de siembra de soja.

“Las tierras de los menonitas abarcan seguramente 20 mil hectáreas, vienen desde Río Verde y entran al asentamiento, no existen barreras de protección, no hay respeto sobre la dirección que sopla el viento, ni siquiera el camino vecinal se tiene en cuenta”, manifestó la pobladora.

Continuó: “Aquí ya hubo gente que murió de cáncer, gente joven, los niños están malnutridos y no tienen resistencia a los agrotóxicos, ahora es temporada de cultivo y la gente está débil, tiene dolores, vómito, coincide con las fumigaciones este malestar general”.

Jadichi Balbuena expresó que la ausencia del Estado se siente más cuando las afectadas son las mujeres, lo que observó cuando fue a peticionar a las autoridades y no se sintió escuchada. “El Estado no acompaña a las mujeres humildes, nos sentimos abandonadas, tenemos que luchar contra múltiples discriminaciones por nuestra familia”, dijo, para finalizar diciendo que en el puesto de salud de su comunidad en este mismo momento no se encuentra ni siquiera antiparasitarios para lxs niñxs.