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Aprueban la exportación de 150.000 toneladas de maíz. El Gobierno autorizó mediante decreto supremo la exportación de 150.000 toneladas de maíz amarillo para este año. Tras una evaluación y análisis con los propios productores de maíz y sorgo (Promasor) se constató que habrá un excedente de 339.537 toneladas para la presente gestión. La producción nacional alcanza las 971.670 toneladas.

El viceministro de Desarrollo Rural y Tierras, Johnny Cordero, informó de que el decreto supremo fue aprobado por el gabinete ministerial y que a partir del lunes los productores podrán exportar los excedentes del mencionado cereal.

“Este año tendremos la capacidad de exportar hasta 150.000 toneladas. En anteriores año se logró liberar 120.000 t. Hemos coordinado con Promasor para exportar el producto. Emapa también comprará maíz”, anunció Cordero.

Datos del Observatorio Agroambiental y Productivo dan cuenta de que la producción de maíz aumentó desde 2013, cuando se registró 841.373 t; en 2014 ascendió a 943.369 t y en 2015 superará las 971.000 t. El consumo interno para la presente gestión es de 774.133 t.

Persisten las restricciones 

El aludido viceministro informó de que las restricciones a la exportación de soya, además de la carne, continuarán en tanto no se garantice el abastecimiento del mercado interno. No obstante, abrió las puertas para que en las próximas semanas se haga efectiva la exportación de estos productos. Anunció que hay avances con el sector cárnico.

Por su lado, el sector soyero recordó al Gobierno que en 2014 se aprobó la exportación de 300.000 t de soya, pero quedaron pendientes de exportar 130.000. “Estamos esperando que el Gobierno permita la venta de 130.000 t de grano de soya del anterior año. Para 2015 la oferta exportable estará en función de la siembra de invierno”, dijo el gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas (Anapo) Rolando Zabala.

Críticas

El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, criticó las restricciones pues no dejan de ser una ‘espada de Damocles sobre la cabeza de los productores’ quienes arriesgan capitales para producir.

En criterio del experto, el Gobierno debería dar incentivos y más seguridad al agro