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Las mujeres representan el 20 % de la fuerza laboral agrícola en América Latina y el Caribe, pero están en peores condiciones que los hombres en términos de acceso a recursos y remuneraciones.

Las mujeres rurales desempeñan una función clave  en la seguridad alimentaria, pero no tienen igualdad de acceso a los recursos y oportunidades necesarias para ser más productivas, señaló hoy la FAO.

Mañana, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer en todo el planeta, y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, las mujeres representan, en promedio, el 43 % de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo (desde el 20 % en América Latina hasta el 50 % en Ásia Oriental y el África Subsahariana).

La FAO señala que en América Latina y el Caribe 58 millones de mujeres viven en zonas rurales, 17 millones forman parte de la población económicamente activa y 4 millones y medio son  productoras agropecuarias.

Sin embargo, las mujeres rurales trabajan más y ganan menos: en México, por ejemplo, trabajan 89 horas semanales, 31 horas más que los hombres. En cuanto la titularidad de la tierra, sólo el 11% de la mujeres la tienen en Brasil; 22,4 %, en México y el 27 % en el Perú.

"La brecha de género representa un coste real para la sociedad en términos de producción agrícola, seguridad alimentaria y crecimiento económico. Si las productoras agrícolas tuvieran  las mismas condiciones que los hombres, sería posible alimentar en el mundo a 150 millones de personas más", señaló Alan Bojanic, Representante Regional a.i. de la FAO para América Latina y el Caribe.

Condiciones laborales de las mujeres temporeras y pobreza rural

En el año 2010, 54 % de las trabajadoras agrícolas en América Latina y el Caribe estaban por debajo de la línea de pobreza. Aunque en los últimos 15 años el empleo de las mujeres rurales ha venido aumentando, las características del mercado de trabajo en las áreas rurales explican en parte las condiciones de pobreza.

En Brasil, por ejemplo, la mayoría de las mujeres rurales que trabajan de forma remunerada lo hacen en el sector agrícola, mientras que en Chile son la minoría y en Argentina la participación de estas mujeres en el trabajo agrícola temporal oscila entre el 30 % y el 40 %.

El libro de la FAO y la Organización Mundial del Trabajo, OIT, Empleo y condiciones de trabajo de mujeres temporeras agrícolas, señala el rasgo común de la inserción laboral de las mujeres es el empleo temporal o transitorio y su débil presencia en el empleo permanente.