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PRODUCCIÓN - EXPLORACIONES

40 - Agua y Poder: Entre el Caribe y Los Andes Colombianos

Autoría: Alexandra Gómez Boyaca
Lugar: Bogotá - COL
Fecha de publicación: 27, Octubre, 2018
Editorial: IPDRS
N de paginas: 11
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Agua y Poder: Entre el Caribe y Los Andes Colombianos

Colombia tiene un lugar importante en la región por su variedad geográfica y la pervivencia de múltiples especies de flora y fauna, como parte de las formas de vida de muchas poblaciones. Igualmente se destaca por su diversidad en las cartografías hídricas de América Latina y el planeta. La ubicación geográfica del país da gran riqueza al suelo, subsuelo, páramos y demás nichos geo-ambientales que atraen desde hace siglos grandes proyectos extractivos de países del llamado primer mundo.

En este sentido, desde la llegada de los europeos hace cinco siglos, el territorio colombiano continúa siendo escenario de una disputa global – local, que atraviesa cada período de la historia, desde la conquista y la colonia hasta la república. En la actualidad vivimos procesos de zonificación y reacomodo territorial al servicio del capitalismo. Formas coloniales de explotación de recursos naturales, como la mita y la encomienda, se transformaron en haciendas de latifundistas y empresas de extracción. A partir de la República, España fue reemplazada por diferentes imperios hasta que se estableció el complejo financiero internacional militar[1] y se fortaleció la disputa por el suelo y el subsuelo, atropellando toda construcción territorial local. La extracción de petróleo, esmeraldas y oro, entre otros recursos, que viene debilitando la biodiversidad y acabando con pueblos en un avance galopante de acumulación de unos a través del despojo de otros, generalmente de los habitantes originarios de las tierras y sus bienes.

Los sucesivos desastres naturales multiplican el esfuerzo de múltiples especies para sobrevivir y muestran la necesidad de sustituir energías fósiles desgastadas por unas más limpias; así como regular el crecimiento de las ciudades y la redistribución de utilidades a pobladores locales-rurales, quienes, gracias a su organización y al impulso de diversas formas de solidaridad, logran subsistir.

Nos encontramos en un territorio en constante conflicto. Los marcos de desigualdad, injusticia y miedo en los que viven los sujetos, sometidos a un poder ajeno, no les permiten expresarse, por lo que buscan intersticios de expresión disimulada, entre los que están la generación de focos organizativos de resistencia en la vida cotidiana.

Este ensayo no parte de un estudio de la cultura popular ni de las resistencias a los regímenes de poder, sino más bien de la identificación de la situación de modos heterónomos[2] (Certau, 2009). En esta perspectiva, lo que importa no son tanto los sujetos, sino las operaciones que realizan, el quehacer de la regulación de un sentido práctico de la vida cotidiana. En este sentido, existe un saber propio a la base de las prácticas diarias que permiten la producción y reproducción de los medios materiales y simbólicos que impiden su extinción, en medio de una condición de guerra constante, a través de tácticas y maneras no explícitas de hombres y mujeres que se saben en desventaja dentro de la estructura social, pero a pesar de ello son capaces de generar estrategias de resistencia como actos creativos en lo cotidiano.

Dentro de este contexto de economía política se expresan diversas experiencias de gobernanza sobre el agua. Como la de los habitantes de Emaús, pobladores del Caribe colombiano, quienes alternan sus formas de vida entre la tierra y el agua y, por ende, desarrollan un proceso de empoderamiento social local con el cuidado, siembra, cosecha y defensa del agua en tiempos secos y su buen uso en tiempos de lluvia. Y la del pueblo Nasa, indígenas ubicados mayormente en la Cordillera de los Andes conectada con el Caribe por río. Son dos pueblos distintos que viven en  lugares distantes en la geografía colombiana, pero están enlazados por el agua y sus luchas.

[1]  Para Miriam Amparo Espinosa, antropóloga colombiana, La Guerra de los Mil días y la participación de Colombia en la Guerra de Corea, son sucesos que emergen en el período de modernización de Colombia donde son los conflictos armados que fundan relaciones industriales y económicas de los Estados lo que constituye  el “complejo financiero internacional militar” bajo el concepto de la soberanía nacional, allí desaparece la idea de colonizar de Europa y surgen  relaciones alrededor de la cooperación y el mercado militar.

[2] Heterónomo, persona sometida a un poder ajeno que le impide el propio desarrollo de su naturaleza.

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