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La comunidad de Yaguarú, municipio de Urubichá, provincia Guarayos, a 340 km al norte del departamento de Santa Cruz, Bolivia, es el escenario donde se desarrolla un proceso destacado de acceso a la tierra en el que un grupo de mujeres productoras de aceite de cusi son las principales protagonistas.

Es en 2009, después de casi veinte años de demanda por tierra y territorio, que concluye el proceso de saneamiento para la TCO-TIOC Guarayos, y de un total de 2,410,131 ha, se titulan 1.432.582 ha., equivalente a un 59.44% de la superficie demandada por parte del Pueblo Guarayo.

La participación y demanda por tierra y territorio de las mujeres de Yaguarú, coincide con esta lucha pues en 2009 logran se les conceda 84 ha de tierra para destinadas para desarrollar un interesante emprendimiento, la producción de aceite de cusi, por parte de la Central de Organizaciones de los Pueblos Indígenas Guarayos  (COGNAG),

Sin duda se trata de un significativo logro y éste fue posible gracias a la activa  participación de las mujeres en las marchas y movilizaciones, que propiciaron el reconocimiento de derechos ancestrales, y segundo por la negociación que se dio con las autoridades locales de Guarayos.

Las mujeres de Municipio de Urubichá se organizaron en torno a la producción del aceite de cusi y paralelamente se han articulado a movimientos amplios y de largo alcance, en beneficio de los derechos del pueblo Guarayo. Es una iniciativa que reafirma la lucha por la tierra y el territorio, donde se conforman redes de participación y deliberación sobre el manejo de los recursos y el ejercicio de sus derechos.

Después de casi cinco años de reuniones e intentos de conformación como grupo, recién en 2013, empieza su producción comercial y una serie de iniciativas legales y organizativas para conformar la Asociación de Recolectoras de Cusi (ASORECU).

La producción del aceite la alternativa

El aceite de la palmera de cusi, es el producto que las mujeres han empezado a comercializar, así lo cuenta Ludovica Macue: “El aceite de cusi se usa para combustible, antes no había vela, lo utilizábamos para mechero, cuando alguien tiene tos para medicina, para el cabello, las canas, para la caspa, con la palmera hemos construido nuestras casas, por eso tenemos fe en que se puede exportar”

Por otra parte el proceso de otorgamiento de tierras, lo explica la señora Trinidad Yarita: “Cuando hubo la titulación de la TCO, aquí el representante de Yaguarú, convocó a las mujeres para trabajar los predios, dijo ‘aquí hay cusisales para aprovechar’. Había un técnico indígena que trabajaba en la comunidad y motivo para aprovechar la tierra, hicieron el estatuto, no quedó aquí, llevaron a Santa Cruz, tiene su personalidad jurídica desde 2010”.

Si bien inician con el saneamiento de tierras en 2009, y su conformación con personalidad jurídica en 2010, recién en 2013, se consolidan como grupo conformando la Asociación se Recolectoras de Cusi, y solicitan constantemente espacios de participación en las comunidades para poder vender sus productos. Las mujeres  lograron abrir espacios para vender el aceite en ferias y fiestas patronales de la región y el departamento.

En la actualidad, esta lucha se reafirma, y a partir de la conformación de ASORECU, las mujeres han encontrado un lugar donde se planifican acciones productivas y un hacer que está afianzado en lo comunitario y en la ayuda mutua. De igual forma, han concretado una organización y su producción tiene como referente lo territorial, por lo que se inscribe en la larga lucha del pueblo Guarayo.

Como reconocen las mujeres, falta mucho por hacer ya que otras comunidades tienen un largo trecho avanzado en la producción con cusi, pero eso lejos de desmotivar, incentiva un horizonte con planes a mediano y largo plazo desde la autogestión, como nos comparte la señora Ludovica Macue: “Es para la familia y los hijos y la necesidad de trabajar. Por eso nos organizamos, para que haya oportunidad, hay capacidad para aprovechar los ciclos, hay que trabajar, nos seguimos reuniendo y hemos buscado apoyo, no nos acobardamos para seguir adelante, porque trayendo aquí trabajo no hay forma de migrar”.

Este caso de acceso a la tierra fue sistematizado para el Movimiento Regional por la Tierra por el investigador mexicano José Arturo Herrera León, para conocer más sobre él ,visita su perfil académico y profesional en nuestra sección ruralistas.