fbpx
VISITA NUESTRO
NUEVO SITIO WEB

 

 

 

 

Posts @IPDRS

Katerin Céspedes y Marcela Zuluaga, se hicieron acreedoras del tercer lugar en el concurso de artículos, ensayos y fotografías 2015 sobre extractivismos y transferencias monetarias directas. Hoy publicamos su artículo Utilidad pública vs. nocividad pública: La Glencore en tres países de América del Sur, y en este marco conversamos con las autoras quienes comparten sus criterios y conocimientos sobre la temática, su experiencia en el concurso y la importancia de dialogar sobre extractivismos en Sudamérica. 

¿Cuál fue la principal motivación para participar en el concurso?

Fueron varias las motivaciones: En primer lugar la temática del concurso resultaba afín, con temas que nos interesan investigar, además de ser un tema actual que refleja mucho del contexto colombiano.No obstante, nos resultó también interesante aprovechar el concurso para investigar y analizar cómo se vive el contexto en otros países latinoamericanos y poder así, establecer similitudes. Por otra parte, también el conocer el amplio trabajo que tiene Instituto relacionado con temas rurales; por último el ser un concurso abierto a nivel latinoamericano también hace que se genere mayor motivación para participar de manera activa y directa en este espacio de construcción colectiva de saberes.

¿Por qué consideran importante motivar el diálogo y el debate sobre los extractivismos en la región sudamericana? 

América del Sur es una región muy rica en recursos naturales, así mismo empresas extranjeras han querido hacer uso de estas materias primas con un claro objetivo económico y esta extracción a gran escala ha generado impactos en todas las áreas, siendo los conflictos sociales, la contaminación ambiental algunas de las consecuencias para las comunidades donde se desarrollan actividades de extracción. En este sentido incentivar el diálogo, la reflexión frente a este tema urge, pues  todas y todos nos estamos viendo afectados por la inserción de la actividad minera extranjera que en últimas solo beneficia a grandes consorcios económicos. Es importante señalar que este debate debe estar centrado en la búsqueda de soluciones a corto, mediano y largo plazo.

¿Cuál creen es el rol de los jóvenes en el diálogo y debate sobre estos temas?

Actualmente, un porcentaje muy pequeño de jóvenes son los que se interesan por investigar y/o conocer sobre extractivismo, las generaciones actuales son en su mayoría consumistas y su pensar está en el uso del producto final y no en los procesos de las materias primas, no en saber de dónde y cómo provienen. Si bien, hay grupos significativos de jóvenes que se interesan por estos temas y han ejercido un activismo en pro de la denuncia y movilización en contra de los efectos ambientales y sociales que han generado el extractivismo y la minería, este grupo es aún muy pequeño comparado con la gran mayoría de jóvenes que se encuentran atravesados por el inmediatismo, producto también de la sociedad y el modelo económico en el que vivimos.

El rol de los y las jóvenes debe ser crítico, reflexivo frente a los impactos y consecuencias de la actividad extractiva – minera, y también de valorar los recursos naturales.

¿Cómo se sienten al conocer que su escrito fue finalista a nivel suramericano?

Es un motivo  de orgullo para nosotras poder participar en este concurso y ser finalistas, ya que habla bien de nuestro trabajo, además de incentivar aún más la producción de conocimientos frente al tema rural en general.

¿Por qué creen que es importante la temática rural tanto en tu país como en Sudamérica?

Si bien la actividad agrícola se realiza en todos los países del continente; la coyuntura de la agricultura Sudamericana  es notable en el desarrollo de la actividad relacionada con los factores de producción que benefician al continente. Sudamérica es rica en recursos naturales, en producción agrícola dada por la fertilidad de sus suelos, además de la diversidad climática; no obstante, estas características no solo han hecho de los suelos Sudamericanos un medio para satisfacer necesidades vitales para toda la población que allí habitamos, sino que se ha vuelto atractivo para sacar beneficios económicos que solo benefician a unos cuantos.  

El campo se encuentra en crisis, por la participación del mercado privado en él, de allí  la importancia de tocar y trabajar el tema rural, pues de este sector dependemos para subsistir y sí no  nos preocupamos por comprender sus dinámicas, su actual crisis…¿Qué será de nuestras comunidades y de nosotras (os)?. La economía campesina, la preservación de los recursos naturales, deber ser temas  presentes en todos los asuntos regionales y nacionales.

¿Tuvieron alguna experiencia en el ámbito de artículos / escritos?

Sí, hemos tenido con artículos en el medio que trabajamos, un periódico alternativo: El Turbión: http://elturbion.com/

¿Por qué es importante investigar – dialogar sobre extractivismos, sus impactos? ¿Benefician al agro?

Es importante investigar sobre el extractivismo  para visibilizar los impactos que genera, analizar las comunidades donde se realizan estos procesos de extracción, los conflictos sociales que genera y hacer publicación, difusión sobre los detrimentos, impactos y daños ambientales que produce.

Está actividad no beneficia al Agro, por el contrario, como se evidencia en nuestro artículo vemos  que está actividad trae serios y nocivos impactos a nivel social, ambiental y de salud tanto para seres humanos como para los animales y el suelo.

¿Cómo se enteraron del concurso?

A través de las redes sociales, que páginas que publican sobre convocatorias de concursos, becas y demás de carácter  internacional.

¿Qué opinión tienen del trabajo que desarrolla el instituto?

Es un  trabajo muy valioso, que se interesa por publicar  sobre las comunidades de base, aporta significativamente a la comprensión y análisis de las dinámicas del campo. Es un espacio que permite escuchar las voces de las comunidades rurales desde una mirada crítica y reflexiva frente a la situación compleja por la que atraviesa el campo. Además es un Instituto que promueve debatir el tema rural que tan relegado se encuentra.

¿Creen que es posible pensar en un extractivismo que no sea invasivo, dañino y se ajuste a la naturaleza?

Desde luego pensarlo es posible, todo es posible en la vida y en el mundo, más aún cuando se trata de recurrir al ingenio humano, lo complejo es que a las personas a quienes  les corresponde hacerlo ( y nos referimos a los grandes emporios económicos, quienes tienen controlado de manera preocupante el uso y destino de los recursos naturales, al igual que las dinámicas sociales  de las regiones y son los causantes de los daños a nivel ambiental, humano, social y demás) , no lo quieren hacer, no les interesa, pues es algo que no sería tan rentable económicamente.

Es importante retomar y revalidar los saberes de las comunidades rurales, su relación con el medio ambiente y la naturaleza, los cuales han sido y son saberes que han perdurado a través del tiempo y no han tenido un impacto dañino como se ve en la actualidad con el uso y abuso de nuevas tecnologías de extracción.

Las discusiones en torno a mecanismos y soluciones para los problemas en el sector de las industrias extractivas se concentran  esencialmente en iniciativas voluntarias, muchas de las cuales incorporan a empresas y a organizaciones de la sociedad civil. Estas iniciativas asumen como tarea problemas puntuales del sector extractivo, como corrupción, violación de derechos humanos por las fuerzas de seguridad, o financiación de conflictos mediante la comercialización de minerales.

Se requiere una estrategia internacional que trate los problemas estructurales del sector extractivo como son las externalidades negativas, las violaciones de los derechos humanos o la inestabilidad de los precios como han sido los intentos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)  y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), desarrolló, a través de las pautas Berlin Environmental Guide-lines for Mining I (1991) y II (2002), estándares ambientales para el sector minero con la participación de empresas mineras y en tanto construir alternativas con las comunidades, como lo es el caso de minería artesanal, como un acción más amigable con el medio ambiente y las comunidades que la habitan. Tal como lo menciona el libro de Extractivismo minero en Colombia y América Latina  de  Barbara Göbel y Astrid Ulloa como  editoras.