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El principal albergue de San José de Chamanga, parroquia rural ubicada al sur del cantón Muisne, acoge a 1.016 personas tras el terremoto del 16 de abril y sobrepasa los límites de su capacidad. Según las normas de convivencia básica, en ese sitio debería haber entre 400 y 500 damnificados, y contar con espacios recreativos (limitados actualmente) para que los niños practiquen deportes o jueguen.

Una de las medidas que se implementan, a más de un mes y medio del desastre natural, es la construcción de la segunda fase de ese albergue para desconcentrar a la gente e incluir, por ejemplo, una cancha de fútbol. Así lo informó el equipo de Ministerio de Ambiente (MAE), responsables de la zona desde el Gobierno Central. 

San José de Chamanga, según datos del Censo de Población y Vivienda de 2010, registraba 4.254 habitantes, dedicados, sobre todo, a la pesca y a actividades agropecuarias para la subsistencia. Hoy se estima que la población está cerca de los 5 mil habitantes y que, tras el terremoto, entre el 80% y 90% de las construcciones colapsaron y no hubo muertos, solo un hombre que perdió una pierna.

César Cárdenas, representante de la Fundación Mi Cometa (asentada en Chamanga desde que sucedió el sismo), señala que uno de los principales problemas, además del hacinamiento en varios refugios de la  localidad, es la recurrencia de parasitosis en los niños, debido a la escasez de agua potable y a que los tanqueros que venden el líquido vital no lo procesan.

“Hemos descubierto que los tanqueros cogen el agua directamente del río, sin ningún tratamiento, y venden a un dólar el tanque de 55 galones. Esa agua del río puede tener contaminantes, pesticidas de cualquier naturaleza. Se debería obligar a los tanqueros, ya que ganan dinero, a que procesen el agua, que al menos pongan cloro, alguna cosa”, señala Cárdenas.

Chamanga tiene vertientes de agua dulce y hasta el momento se han identificado dos pozos que podrían dotar del líquido a la población. La Escuela Superior Politécnica del Litoral está haciendo exámenes  para verificar qué  contaminantes tiene esa vertiente y proceder con la instalación de filtros y piletas comunitarias.

El 28 de abril una planta potabilizadora de agua, gestionada por la Cruz Roja de Colombia en conjunto con su par ecuatoriana y el MAE, fue instalada en Chamanga para abastecer a las cocinas y comedores de los refugios.

Adicionalmente a la satisfacción de necesidades básicas, se pretende implementar un sistema de comunicación comunitario, para que reporteros (una vez capacitados) de la localidad, a través de una radio virtual, produzcan mensajes educativos y alertas en coordinación con la Secretaría de Gestión de Riesgos. Las alertas no solo se generarían por temblores o réplicas, como la del 18 de mayo, sino por tsunamis. El objetivo es que la población tenga plena conciencia de que vive en una zona de alto riesgo.

“Queremos implementar, además, un sistema de SMS que mande mensajes a cada hora, actualizando la información. Vamos a hacer una suscripción de este servicio para las personas que quieran. No solo habrá contenidos informativos, sino educativos. Esa es la idea, que la gente no solo tenga datos, sino que pueda acceder a mecanismos que los ayuden a recuperarse de la zozobra permanente en la que viven”, comenta Cárdenas, quien está coordinando este proyecto con la Junta Parroquial y los líderes de Chamanga. (I)

DATOS

Pocos días después del terremoto los pescadores artesanales de Chamanga retomaron sus labores, al constatar que sus embarcaciones de fibra de vidrio, canoas de madera y los motores fuera de borda no fueron afectados.

Entre las mejoras del albergue principal está la instalación de una planta potabilizadora de agua, una cocina comunitaria, alumbrado público para todo el campamento y el montaje de más baterías sanitarias.

“La planta comenzó a operar el 28 de abril. En ese transcurso hemos potabilizado 35.000 litros para el albergue. Estamos con el inconveniente del desabastecimiento por el tema de los tanqueros, pero ya se está solucionando, empezaremos con la potabilización de nuevo y la idea principal es que el abastecimiento sea para las cocinas, porque es un proceso más adecuado, sin contaminación y sin interrupción en la distribución del agua”, dijo Jonathan Grain, miembro de la Cruz Roja del Ecuador.

Se espera que, además de la mejora en la dotación de agua potable y otros servicios públicos, se desarrollen proyectos que ayuden emocionalmente a las personas a recuperarse. Entre las iniciativas está la implementación de radios comunitarias. (I)

 

Fotografía y texto: El Telégrafo

Artículo original disponible en: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/ecuador/3/en-san-jose-de-chamanga-se-busca-implementar-radios-comunitarias-de-alerta