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La profundización de la integración regional en la XL Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la entrega a Dilma Rousseff del diploma que la acredita como presidenta electa sobresalieron esta semana en Brasil.

  La XL Cumbre del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), realizada en Foz de Iguazú, estado de Paraná, aprobó el viernes declaraciones sobre el Plan Estratégico de Acción Social (PAES), las islas Malvinas, las migraciones y la commemoración de la desaparición física del Libertador Simón Bolivar.

El Plan estratégico de acción social constituye una importante contribución en la consecución de los objetivos de profundizar en la dimensión social de la integración, lo que permitió en la última década reducir las desigualdades sociales y la pobreza en la región.

Sobre las islas Malvinas, los presidentes de los estados partes y de los asociados reiteraron su respaldo a los legítimos derechos de Argentina sobre esos territorios y repudiaron las actividades de prospección y explotación de recursos naturales en la plataforma argentina que desarrolla el Reino Unido.

En cuanto a las Migraciones, los participantes en la XL Cumbre ratificaron su más firme condena y repudio a todo acto de racismo, discriminación y xenofobia, a la vez que expresaron la necesidad de garantizar el respeto y la promoción de los derechos humanos de los migrantes y sus familias.

Por otra parte, en el 180 aniversario de la muerte del Libertador Simón Bolívar, los asistentes exaltaron con respeto y admiración sus acciones emancipadoras que, junto a las de una pléyade de próceres y heroínas de la independencia latinoamericana, sentaron las bases para la construcción de las repúblicas y estados para la consolidación de la región como polo de poder autónomo.

Un día antes, en la clausura de la vigésima Cumbre Social del Mercosur, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó a mantener la integración suramericana, conseguida cuando los países de la región tuvieron el coraje de optar por ser dueños de sus decisiones.

"No tenemos el derecho de perder lo que conquistamos. Aún no conquistamos todo, sé que hay muchas críticas, pero es importante saber dónde estábamos y dónde llegamos", apuntó Lula.

Por otra parte, al recibir este viernes el diploma que la acredita como presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff ratificó su compromiso de honrar a las mujeres, cuidar de los más vulnerables y gobernar para todos los brasileños a partir del 1 de enero venidero.

"Procedo a entregar el diploma a la primera presidenta electa de la República", manifestó el presidente del Tribunal Superior Electoral, Ricardo Lewandowski, antes de poner en manos de Rousseff el documento que la habilita para la investidura del cargo ante el Congreso Nacional el 1 de enero.

En su breve discurso, Rousseff exaltó la responsabilidad que constituye suceder a Luiz Inácio Lula da Silva y el orgullo de ver a un hombre de pueblo conducir el país en un momento de extraordinario avance social y económico, sentimiento -subrayó- que permitió elegir una mujer presidenta.

"Sé que hay muchas expectativas sobre el gobierno que iniciaremos en enero próximo", apuntó la presidenta electa, y reiteró que las prioridades de su gobierno serán la salud, la educación, la seguridad pública y la estabilidad económica y las inversiones.

Destacó que defenderá siempre la libertad de prensa y culto, pero reafirmo que ninguna estrategia política o económica es efectiva si no se refleja en la vida de cada trabajador y trabajadora, empresario y familias de las regiones de este inmenso país.