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“La expansión capitalista en la Amazonía y la disputa por territorios” es el título de la ponencia que presentará el investigador brasileño Guillermo Carvalho en la primera sesión temática del Segundo Foro Andino Amazónico de Desarrollo Rural que se celebrará del 18 al 20 de septiembre en el auditorio del Banco Central de Bolivia.

El historiador Guillermo Carvalho tiene una Maestría en Planificación y Desarrollo en la Universidad Federal de Pará, ha obtenido un Doctorado a través del Núcleo de Altos Estudios Amazónicos (NAEA) del Programa de Desarrollo del Trópico Húmedo (PDTU), actualmente se desempeña como educador del Programa Amazonía de la ONG FASE y también es miembro de la Coordinadora Nacional de Redes en Brasil sobre instituciones multilaterales.

Carvalho ha investigado temas relacionados con la gestión de los recursos naturales y ha contribuido especialmente al análisis de los grandes proyectos de infraestructura en la Amazonía en el marco de la expansión del capitalismo brasileño en la región.

El investigador de FASE plantea que los promotores de la ejecución de grandes proyectos de infraestructura en la Amazonía son el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) de Brasil y la Iniciativa para la Integración de Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), un todo articulado que busca sobre todo garantizar a los grupos de poder el acceso, uso y control de los recursos amazónicos.

Por ejemplo, con la construcción de hidroeléctricas en la Amazonía las grandes empresas ganan por triple partida: primero producen y venden energía; en segunda instancia transforman los ríos más importantes de la región en hidrovías, y en tercer lugar fomentan la expansión de actividades económicas colaterales como el agronegocio.

La IIRSA y el PAC procuran construir un sistema logístico integrado, articulando energía, transporte y comunicación, en función de garantizar la competitividad de los sectores económicos con fuerte vinculación con el mercado internacional: la pecuaria, la producción de agrocombustibles y celulosa, las industrias electrointensivas y las madereras, entre otros emprendimientos productivos priorizados por Brasil para consolidar su supremacía regional.

Carvalho recalca que los grandes proyectos de infraestructura han servido como una especie de “catapulta” para un conjunto de empresas brasileñas, en especial para las contratistas, que en la actualidad protagonizan un impresionante proceso de internalización, especialmente en los mercados de países vecinos.

Los acuerdos firmados por Brasil con las demás naciones sudamericanas han seguido una ruta casi común: 1. Las demandas por financiamiento son presentadas al gobierno brasileño; 2. El banco BNDES dispone los recursos; 3. Los contratos de servicio son asignados a firmas brasileñas; y 4. Las empresas acceden a los créditos del BNDES en condiciones ventajosas. “O sea, las empresas brasileñas ganan en todo, mientras que los países vecinos se quedan con la deuda pública y los impactos socio-ambientales”, explica Carvalho.

En la mayoría de los casos, los grandes proyectos de infraestructura promueven un profundo reordenamiento territorial, donde la producción pequeña familiar tiende a ser sustituida por actividades económicas intensivas en capital y en el uso de recursos naturales; y a la vez fomentan la flexibilización de la las normas ambientales.

Según el investigador de FASE, la expansión acelerada del capital en la región exige, entre otras medidas, la revisión de las demarcaciones de territorios indígenas a fin de permitir el ingreso de empresas mineras y madereras; la habilitación de nuevas áreas reservadas para la explotación de recursos o para estimular el mercado de tierras; modificaciones constitucionales para habilitar concesiones extractivistas en zonas fronterizas; y la adopción de incentivos económicos para atraer a inversionistas, como por ejemplo créditos públicos, exenciones impositivas y subsidios directos e indirectos.

A manera de síntesis, Carvalho afirma que el objetivo fundamental de la estrategia PAC-IIRSA es conectar fracciones del territorio sudamericano al mercado globalizado, y a la vez impulsar actividades económicas intensivas en el uso de los recursos naturales, un plan que él denomina “despedazamiento de la Amazonía”.