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El conflicto armado en Colombia obligó al éxodo a millones de personas y muchos campesinos perdieron sus tierras. Desde el pasado 29 de agosto, el país vive un alto el fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno y las FARC. Se abre una nueva etapa que pone el acento sobre los campesinos colombianos y el mundo rural.

Campesinos de Colombia se beneficiaron en el último semestre con 185.000 hectáreas nuevas de cultivos agropecuarios en el programa “Colombia Siembra”, informó a Efe el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, en el lanzamiento de una iniciativa complementaria denominada “Colombia Siembra Paz”.

“Son 185.000 hectáreas de nuevos cultivos priorizados como Cacao, coco, palma de aceite y cereales”, agregó el viernes Iragorri, quien habló además de producción de pescados, en el programa que beneficia desde hace un año a comunidades indígenas, campesinas y afro” y que ahora hará énfasis en el tema de la paz por la coyuntura por la que atraviesa Colombia.

El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmarán el 26 de septiembre el acuerdo de paz que espera terminar con más de 50 años de conflicto armado en el país.

“Colombia Siembra paz” hace parte del programa de fortalecimiento a la agricultura familiar campesina ‘Colombia Siembra’ instaurada desde hace un año en el país.

Los campesinos sembrarán un millón de nuevas hectáreas

“Ya no es Colombia Siembra sino ‘Colombia Siembra Paz’ porque se se espera que el país siembre un millón de nuevas hectáreas en las regiones más afectadas por la pobreza como compromiso de lo acordado en La Habana”, aseguró Iragorri.

El funcionario explicó además que con este plan se busca favorecer el desarrollo y la modernización del sector agrario así como garantizar que a los campesinos se les devuelvan las tierras que han perdido en uno de los conflictos armados más grandes en el país.

La orden fue tomada por el presidente Juan Manuel Santos y el líder de esa guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”.

El primer acuerdo alcanzado en las conversaciones de paz fue el de Política de Desarrollo Agrario Integral donde ambas partes se comprometieron a la creación de un banco de tierras para los campesinos más necesitados.

Asimismo, el acuerdo promete la implementación de planes nacionales rurales, con acciones para proveer servicios públicos en materia de infraestructura y adecuación de tierras, desarrollo social y sobre todo estímulos a la productividad y programas de desarrollo con enfoque territorial.

“La paz de Colombia se siembra en el campo colombiano donde a los campesinos les tocó vivir y sufrir el conflicto y a donde la tierra lamentablemente a ellos les ha servido para enterrar a sus seres queridos y no para generar cultivos ni esperanza”, manifestó Iragorri.

Uno de los casos exitosos del programa “Colombia Siembra Paz” es la capacitación técnica a los cocoteros del pacífico colombiano, una de las regiones más afectadas por la violencia y la pobreza en el país.

“El coco en el 2013 no existía, prácticamente era invisible. Con Siembra Paz hemos avanzado en la producción del cultivo. Pasamos de 3.900 a más de 5.000 toneladas de coco en Tumaco, en el departamento de Nariño (sur), dijo a Efe el presidente de la Federación Nacional de cocoteros, José Arizmendi.

Colombia tiene un enorme potencial para producir alimentos, con cerca de 22 millones de hectáreas de tierras cultivables, si bien solo están explotados actualmente unos 5 millones, según datos de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Además, el Gobierno colombiano y las FARC han solicitado a la FAO que acompañe la implementación del primer punto del acuerdo de paz, que propone una reforma rural integral para desarrollar el campo y reducir la pobreza.

Las partes en conflicto pidieron también su colaboración en ese asunto en particular a la Unión Europea y la organización Vía Campesina, añadió la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un comunicado.

Las tres entidades presentarán un plan de trabajo conjunto en los próximos meses. Para este plan, la FAO propone acciones para fomentar la producción rápida de alimentos y responder así de manera urgente a quienes sufren hambre y pobreza.

También propone acciones para fortalecer las instituciones dedicadas al campo y la seguridad alimentaria, apoyando el empleo digno y la mejorar de la calidad de vida de los campesinos.

“Un entorno de seguridad es clave para que se reanuden las actividades agrícolas, para que mejore el funcionamiento de los mercados y las personas tengan mejor acceso a la asistencia social”, apuntó en el texto el director general de la FAO, Graziano da Silva.

Oportunidad de inversión en las comunidades rurales de Colombia

Millones de personas fueron desplazadas por el conflicto armado y muchos campesinos perdieron sus tierras.

El acuerdo de paz en Colombia crea un “entorno propicio” para invertir en las comunidades rurales del país, declaró hace unos días el vicepresidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de la ONU, Perin Saint Ange.

Saint Ange apuntó en un comunicado que la “única manera de aprovechar la oportunidad histórica de lograr una paz duradera es asegurar que las inversiones en la población rural pobre conducen a un aumento de la productividad agrícola y a un desarrollo sostenible”.

“El FIDA quiere asegurarse de que tras el conflicto los pequeños agricultores y empresarios rurales colombianos experimentan una mejora significativa en su bienestar y prosperidad”, dijo.

El responsable prometió el apoyo de esa agencia de Naciones Unidas al Gobierno colombiano para reconstruir las zonas rurales después de que el Ejecutivo de Juan Manuel Santos haya alcanzado un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

 

Fotografía y Texto: EFE agro