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El Gobierno Nacional, a través del Plan Tierras, benefició a aproximadamente 4.000 familias de 60 organizaciones campesinas que recibieron 20.000 hectáreas de terreno desde el 2010  a diciembre del 2012, informó Andrés Serrano Pazmiño, coordinador Regional del Plan Tierras del Ministerio de Agricultura.

“El Plan Tierras fue una iniciativa del Gobierno. Creado en el 2010 por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), con el fin de redistribuir la tierra, de crear una ayuda para las organizaciones campesinas que migraron del campo. El Ministerio de Agricultura, a través del Viceministerio de Desarrollo Rural y la Subsecretaría de Tierras maneja este trabajo”, indicó el funcionario.

Objetivo principal de este proyecto es la equidad social, buscar que el campesino regrese al campo y respetar la soberanía alimentaria, así como hacer prevalecer el buen vivir en organizaciones consolidadas con personería jurídica y tengan acceso a la tierra como dispone la Constitución, explicó.

El Plan Tierras posee cuatro componentes: Predios estatales, predios privados, expropiaciones y territorios ancestrales, en este último grupo  se han legalizado alrededor de 4.000 hectáreas a nivel nacional, dijo.

Precisamente, en el componente de territorios ancestrales, se entregaron el viernes 21 de diciembre 3.200 hectáreas legalizadas. “Faltan otras entregas hasta finales de año”, manifestó Serrano.

Este proyecto no sólo se encarga de entregar las tierras, sino también de acompañar a todas las organizaciones  beneficiarias en la parte productiva y crediticia, ya que tienen convenios con el Banco Nacional de Fomento (BNF) y Corporación Financiera Nacional (CFN), donde hay crédito de 15 años al 5% de interés, indicó el funcionario del Ministerio de Agricultura.

Para que se aprueben estos créditos hay que elaborar un proyecto productivo rentable, donde no sólo se practique el monocultivo  sino varios cultivos que organizaciones puedan establecer. Los agricultores plantean los productos donde se sienten mejor.

“Estamos cambiando la mentalidad que existía antes en el país. Estamos tratando de darle una revolución agraria, no implica dar tierras sino dar acompañamiento para que los productores y organizaciones campesinas se vuelvan pequeños empresarios, puedan subsistir con sus medios y sean el pilar del núcleo familiar”, destacó Serrano.

El Plan Tierras, que al momento está ejecutado un 95%,  tiene vida útil hasta el 2013; sin embargo, hemos tenido una propuesta de Presidencia para que este proyecto, por su rentabilidad, se extienda  otros años, expresó.

La meta es seguir adjudicando la mayor cantidad de tierras posibles, legalizadas, ser equitativos y tratar que la mayor cantidad de organizaciones campesinas se beneficien con este plan, remarcó.

“A través de este proyecto hemos ayudado a los campesinos a trabajar en el campo, a bajar los índices de pobreza. Falta mucho por hacer, pero hemos dado el paso de un verdadero cambio de la revolución agraria”, destacó el funcionario Serrano.