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En este 2015 en Paraguay se importó un total de 24 millones de kilos de herbicida, la sustancia que acompaña el cultivo de la soja transgénica en el país.

Los registros dan cuenta de un aumento de importación de los herbicidas paraquat (62% más) y 24D (9% más), y la disminución de la importación del glifosato (8% menos).

Por su alta toxicidad, el paraquat está prohibido en al menos 36 países, en toda la Unión Europea, y restringido en la mayoría de las demás naciones. Su alta toxicidad y efectos sobre la salud humana, fauna, vegetación y peces le ganó un espacio en la “docena sucia”, una lista mundial de los 12 agrotóxicos más tóxicos.

Por eso su erradicación forma parte de una campaña mundial desde 1985, emprendida por la Pesticide Action Network (PAN), que en la región actúa a través de Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL).

De acuerdo a la analista Inés Franceschelli, el crecimiento del uso de estos herbicidas nos habla de que la producción de soja en el país está optando por agrotóxicos más potentes frente a resistencias desarrolladas por las malezas.

Recomendaciones de las Naciones Unidas

Esta realidad viene preocupando y movilizando a distintos actores de la sociedad paraguaya y también a organismos internacionales, como el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de las Naciones Unidas.

A inicios de 2015, durante su 54ª sesión ordinaria examinó a Paraguay y en su informe final reiteró “su preocupación anterior particularmente en cuanto a los efectos negativos que trae aparejado el extenso cultivo de soja en el Estado parte, particularmente en la degradación del medioambiente, el uso indiscriminado de agrotóxicos, la contaminación del agua y la inseguridad alimentaria”.

Instó al Estado paraguayo a “controlar el cultivo de la soja, a fin de que este no traiga aparejado un detrimento en el disfrute de los derechos”, especialmente a través de leyes “contra el uso indiscriminado de agrotóxicos, y que prevea sanciones apropiadas para los responsables y una indemnización adecuada a las personas afectadas”

Dos gobiernos, 19 transgénicos aprobados

En los últimos 3 años y medio los gobiernos de los presidentes Federico Franco y Horacio Cartes liberaron 19 cultivos transgénicos en el país, sumándose estos a la soja RR que ya se cultivaba.

Esto trae aparejado un mayor uso de agrotóxicos, pues la mayoría de estos cultivos aprobados tienen incorporada la tecnología de tolerancia a sustancias químicas.

Detrás de esta lógica de producción se registra una serie de conflictos sociales, territoriales. ambientales y culturales, como el envenenamiento de comunidades enteras, entre las que resaltó la muerte de dos niñas en 2014, ocurridas en la comunidad de Huber Duré, a más de 300 kilómetros de la capital paraguaya.

En 2015 la campaña de la soja ocupó 3,5 millones de hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), y dejó solo un espacio de 352.000 hectáreas para el cultivo de alimentos.