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Fuente: BASE IS

Crédito de la imagen: BASE IS

En su libro a presentarse “Campesino rapé” el investigador Luis Rojas hace un recorrido por las principales tensiones del conflicto por la tierra en Paraguay.

El próximo jueves 24 de noviembre, 19 horas, presentará su libro “Campesino rapé: apuntes teóricos e históricos sobre el campesinado y la tierra en Paraguay”.

Será en la carpa de resistencia de la Plaza de la Justicia, frente al Palacio de Justicia de Asunción (calles Mariano Roque Alonso entre De la Conquista y Testanova).

En poco más de 100 páginas el investigador analizó y comparó los distintos momentos económicos, políticos e históricos por donde pasó el derecho de las familias campesinas de acceder a la tierra.

Para él, el campesino y campesina produce y vive de un modo distinto a la economía capitalista, pues no orienta sus esfuerzos al lucro y la acumulación, sino a la reproducción de su vida, su trabajo y su cultura.

En ese sentido, tiene similitudes con la economía indígena, pero la diferencia está en que la economía campesina satisface una parte de sus necesidades a partir de un vínculo con el mercado, para vender su producción y comprar otras cosas.

Y en ese escenario el campesino históricamente estuvo en desventaja, porque siempre estuvo en dependencia del empresario con capital, que define los precios e incide en las políticas.

“Por eso, la relación del campesino con el mercado debe ser colectivo o asociativo, no individual”, concluye.

El problema se da, explica, cuando el campesino -sin intenciones de acumular ni de expandir sus tierras- tiene como vecino al ganadero o sojero, que por naturaleza busca acumular ganancias y también apropiarse de la tierra del vecino, “porque el capitalismo es expansivo en la ciudad y en el campo”.

Para Rojas es un mito que el campesino puede convivir en el campo con el sojero o ganadero, discurso que sostienen sectores agro-empresariales y autoridades estatales. Porque por su lógica el empresario va a buscar expandirse sobre las tierras campesinas, sea por explotación a su ocupante o por la compra de dichas tierras.

Otra realidad que analiza el libro se expresa con aquel discurso de sectores terratenientes que exige que el campesino cambie de chip y se “modernice”, lo que de última sería que se “empresarialice”.

“La minoría de los campesinos logrará hacer esto y así dejará de ser campesino al perder su cultura y volverse empresario; la mayoría, se va a desarraigar y perder sus tierras. El “cambio de chip” es una estrategia que busca la desaparición del campesinado”, dispara.

Durante el acto de presentación del libro las personas participantes podrán obtener un ejemplar a precio voluntario.