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En la esquina del río Amazonas con la línea del Ecuador en el centro del mundo, los pueblos de la Pan-Amazonía se reunieron. Escuchen, ahora, nuestras voces.

Somos nosotros los guardianes de la floresta y de los ríos, diferentes pero con la voluntad de caminar juntos. Queremos convertir la Amazonía en la tierra sin malos tan soñada por nuestros abuelos y para esto tenemos nuestros corazones llenos de coraje y solidaridad.

La Amazonía es nuestro territorio. Nuestras comunidades indígenas, campesinos, quilombolas, ribereños y tradicionales deben tener sus tierras garantizadas, respetadas y protegidas contra los mega proyectos depredadores, destructores de la naturaleza y de la vida humana. Para esto, es esencial por parte nuestros países la adhesión, el respecto y cumplimiento de los tratados internacionales que establecen el Derecho a la Consulta Previa, Libre, Bien Informada y de Buena Fe, como la Convención169 de la Organización Internacional del Trabajo y la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas. 

Por la misma razón por la que ofrecemos nuestro apoyo incondicional a la creación en Quito, Ecuador de un Tribunal Internacional contra los crímenes cometidos en contra de la Naturaleza, como una forma de proteger la Madre Tierra de los ataques destructivos de aquellos que intentan reducir la vida del planeta a una simples mercancía.

Hoy nuestra atención es particularmente contra la instalación de represas hidroeléctricas en nuestros ríos, los proyectos de minería a cielo abierto, la explotación petrolera en la selva y la expansión de los monocultivos que amenazan la vida de los pueblos y comunidades de todo el Pan Amazónica. Para esta pelea solicitamos el apoyo y la solidaridad de todo el mundo.

También decidimos presionar a las Naciones Unidas para que declaren esta década como la priorización, fortalecimiento de la Agricultura Familiar y la democratización de los medios de producción por su contribución para la Soberanía y Seguridad Alimentaria, fundamentales para el bienestar de los pueblos.

La Amazonia está viviendo un momento de amenazas. La dominación colonial francesa de la Guyana es un anacronismo inaceptable que amenazan la libertad y la integración de nuestros pueblos y proclamamos nuestro apoyo incondicional a la lucha por la descolonización y la independencia de la tierra de Guyana. Del mismo modo nos posicionamos por el cierre inmediato de las bases militares estadounidenses y europeos en la Pan-Amazonia y de todo el continente que son una afrenta a la independencia y la soberanía de nuestros países.

Reafirmamos nuestra solidaridad y apoyo al proceso revolucionario bolivariano en Venezuela que una vez más se afrenta con los intentos de desestabilización y golpe y expresamos nuestra certeza de que en la patria de la gente de Bolívar el pueblo ganará de nuevo. Creemos y luchamos para que la integración continental tenga como eje el bienestar de nuestro pueblo y no los intereses de las empresas transnacionales y las grandes corporaciones, y por lo que instamos a la UNASUR, CELAC y otros organismos continentales para revisar los proyectos, como el IIRSA, cuyo fundamento neoliberal es un asalto a los derechos de los pueblos. Del mismo modo rechazamos el mantenimiento del injusto bloqueo económico de EE.UU. contra nuestra hermana, Cuba. No puede haber integración sin el derecho a la libertad de circulación de todos los ciudadanos a través de las fronteras nacionales. Denunciamos el tráfico de personas, la transformación de la migración en un negocio y el trabajo esclavo. Reafirmamos el derecho inalienable de todo ciudadano a la seguridad, trabajo y protección en el país donde escogió vivir.

La Amazonía también vive un momento de transformaciones. Con alegría hacemos un seguimiento de los progresos de la anti-patriarcal y de la lucha anti-racista. Consideramos el feminismo y la lucha de las mujeres indígenas un camino poderoso en la construcción de un nuevo mundo sin explotación del cuerpo y de la vida de las mujeres que deben tener todos los derechos garantizados y con experiencia. Del mismo modo saludamos a la rebeldía de nuestros jóvenes que se lanzan a las calles para combatir la ausencia de políticas públicas para la juventud, el brazo opresor del estado y el exterminio de jóvenes negros y pobres. Luchamos para construir una época en que el derecho a la vida reine soberano sobre el planeta.

En toda la Pan- Amazonia es el momento de construir bloques y alianzas que integren trabajadores de los campos y ciudades, pueblos originarios, los quilombolas, comunidades tradicionales, movimientos de mujeres y los jóvenes, comunicadores, investigadores y académicos para defender nuestros territorios, nuestros derechos, nuestras culturas, nuestros conocimientos ancestrales y los derechos de la Madre Tierra. Es tiempo también para avanzar en la reflexión y el debate sobre el Buen Vivir como paradigma alternativo que emerge de los pueblos de la Amazonía frente a la crisis sistémica – económica, social, energía, ambiental, ética y moral que alcanza a toda la humanidad.

Nuestra resistencia avanza y se transforma en una ola irresistible. En este sentido hacemos un llamamiento a todos los hombres y mujeres para participar en la producción y la amplia circulación de contenidos regionales y de la comunidad que conduzcan para toda la Amazonía y al mundo nuestras mensajes, nos contrastando de la desinformación promovida por los oligarcas de medios de comunicación, contribuyendo a la democratización y afirmación de la comunicación como un derecho humano.

Nosotros, hombres y mujeres de la Amazonía debemos convertirnos en creadores, sembradores y tejedores de la Educación Popular como experiencias transdisciplinarios de la emancipación de la vida en el planeta.

La Amazonía es un cielo de muchas estrellas. Aquí, en Macapá, nos comprometemos a trabajar para ampliar nuestra constelación, incorporando el Foro Social Pan-Amazónico todos los movimientos y organizaciones que luchan en defensa de nuestros territorios, nuestros derechos y los de la Naturaleza.

Este es nuestro camino, nuestra lucha y nuestro destino.

LOS PUEBLOS LIBRES DE LA PANAMAZONÍA VENCERÁN!!!

Macapá, 31 de mayo 2014.