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La buena noticia llegó por vía de la asociación Grufides. Maxima Acuña recibió la notificación de la Resolución del Juzgado Mixto de Celendín que revoca la absurda medida cautelar que impedía a Máxima y su familia realizar cualquier tipo de trabajo en su propio predio, incluso cultivar alimentos para su manutención.

La medida solicitada por la empresa minera Yanacocha le permitió ingresar varias veces a su predio y destruir lo que encontraba a su paso o sacar sus pertenencias, incluso sus cultivos, con el pretexto de hacer cumplir la medida cautelar expedida el 2015.

Con esta nueva resolución la justicia le otorga la razón a Maxima Acuña y se levanta la irracional medida permitiéndole que vuelva a trabajar la tierra.

A las 8.22 de la noche del domingo 24 de abril, desconocidos efectuaron disparos de bala contra el domicilio de Máxima Acuña, donde su esposo, atemorizado, se encontraba solo y comunicó telefónicamente este hecho.

Entrevistada por el programa televisivo Cuarto Poder Máxima dijo: "Hace una hora que me llamó mi esposo, diciéndome que están disparando a la casa, él está solo, está encerrado, no sé que le pueda pasar a esta noche", manifestó.

Acuña señaló que, pese a haber obtenido el reconocimiento internacional, sigue siendo intimidada y maltratada por trabajadores de la empresa Yanacocha. "Hasta hoy me encuentro amenazada, la empresa no se ha quedado tranquila (...) Desde el 2011, vengo luchando contra Newmont, ellos solo han venido a maltratarme, a pegarme, mi vida está amenazada", declaró.

Un informe del Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES) encontró que los pescados que consumen las comunidades de las cuencas de los ríos Chiriaco y Morona, en Amazonas y Loreto, respectivamente, no son aptos para el consumo humano.  

De este modo, el organismo adscrito al Ministerio de la Producción echó por tierra la afirmación que hizo el ingeniero de Petroperú Víctor Huarcaya Palomino, ante decenas de padres de familia de la comunidad nativa de Wachapea, Amazonas, con motivo de los derrames de petróleo que se produjeron a inicios de año. 

A mediados de marzo, cuando apenas habían transcurrido semanas desde que se dio el primer derrame -el 25 de enero-, el citado funcionario afirmó tajante que "los pescados del río Chiriaco se pueden comer", e incluso alentó a los padres de familia a que lo hagan. 

La ciudadana peruana Máxima Acuña, quien rechazó el desalojo de sus tierras en Cajamarca frente a la minera Newmont, recibirá hoy en Estados Unidos el premio internacional Goldman, en reconocimiento a su activismo a favor del medioambiente.

El premio Goldman honra a las personas comunes que defienden el medioambiente a nivel mundial y reconoce a los individuos por sus esfuerzos "sostenidos y significativos para proteger el medio ambiente", a menudo con gran riesgo.

“Una agricultora de subsistencia en las montañas del norte del Perú, Máxima Acuña, se puso de pie para defender su derecho de vivir pacíficamente en su propiedad, un área apetecida por la minera Newmont y Buenaventura para desarrollar la mina de oro y cobre, Conga”, señala la reseña del premio Goldman.

El pasado fin de semana, el Ministerio de Salud (Minsa) declaró en emergencia sanitaria por noventa días a la Comunidad Nativa Nahua de Santa Rosa de Serjali, distrito de Sepahua, provincia de Atalaya (Ucayali), debido a que los habitantes de la zona presentan una “prevalencia elevada de enfermedades transmisibles y no transmisibles”, además porque no existe una capacidad de respuesta de los servicios de salud locales.

De acuerdo a una informe técnico del mismo Minsa, el lugar presenta “una situación de vulnerabilidad extrema y se debe a su condición de ser un pueblo indígena en aislamiento y en contacto inicial que está expuesto a enfermedades transmisibles como las transmitidas por el agua, tuberculosis y hepatitis viral B, entre otras, y asimismo con problemas de inseguridad alimentaria”.