fbpx
VISITA NUESTRO
NUEVO SITIO WEB

 

 

 

 

Posts @IPDRS

El 21 de febrero de 2016, se llevó a cabo en Bolivia un referéndum constitucional, con el objetivo de aprobar o rechazar el proyecto constitucional para permitir al presidente Evo Morales, postularse nuevamente en una elección. La pregunta realizada fue "¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?".

La posibilidad de modificar la Constitución que había aprobado una asamblea constituyente, 8 años atrás, motivó a la población y ganó el “No" con una victoria cerrada de 51% de los votos. No obstante, un año después el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia, sentenció que el actual presidente podía presentarse a reelección de manera indefinida, como parte del ejercicio de su "derechos humano" a ser elegido.

Durante este año, dos ciudadanos presentaron ante el Tribunal Supremo Electoral un recurso jurisdiccional para la “Restitución de derechos político-electorales y su debida protección”, para habilitarse como candidatos independientes a partidos políticos en las Elecciones Generales 2019, apelando también a su derecho humano a ser elegido. Esta acción constituye una interpelación a la falsa idea de que el poder público pueda adjudicarse la soberanía del pueblo, delegada arbitrariamente a partidos y organizaciones políticas, monopolizando así el ámbito de los derechos electorales.

Rosario Baptista Canedo, abogada especialista en derechos humanos y género, actualmente realiza una investigación sobre el ejercicio de los Derechos Políticos en Bolivia, a partir del caso específico de la habilitación de Evo Morales y las candidaturas independientes, y será quien motive este conversatorio. Como artífice de muchas de las reflexiones que circularon en la asamblea constituyente boliviana, cuenta que vivió un periodo de desmotivación porque vio cómo se caían varios de los paradigmas y transformaciones que creía haber coadyuvado a construir. Baptista tuvo la oportunidad de motivar un conversatorio sobre los derechos políticos revindicados de forma independiente a los partidos políticos, en la oficina del IPDRS.

En este espacio de diálogo, se destacó la posibilidad de reivindicar derechos políticos de forma individual e independiente, como una forma de interpelar y cuestionar un sistema de partidos que viene monopolizando la representación y la opción a ser elegidos. Algo muy importante que se mencionó fue que pese a la plurinacionalidad del Estado, incluso los pueblos indígenas deben presentarse como partidos políticos ante el Tribunal Electoral, contradiciendo así todos los logros que habrían tenido en la constituyente. En los distintos niveles de elección, uninominal, plurinominal, los partidos políticos imponen la forma de votación y la forma de compresión de una militancia, y el derecho humano a ser elegido.

Por ejemplo, se destacó que el estatuto orgánico del Movimiento Al Socialismo, que está en el gobierno central de Bolivia, indica que los escaños ganados en las votaciones, no corresponden a las personas electas, sino que pertenecen al partido. Esta figura, que impone la idea de un rodillo y un centralismo inclusive en el ejercicio democrático al interior del partido político. Siendo así, no cabría posibilidad a que los militantes electos puedan ejercer control social, denuncia y disenso respecto a la política centralista, que tiene todo el derecho a reemplazarlos.

Rosario Baptista y un entusiasta equipo de juristas, cuestiona esta forma democrática que se sostiene en el monopolio de los partidos políticos, y también cuestiona la creciente despolitización de la sociedad en su conjunto, que permiten que se construyan todo tipo de estratagemas jurídicas para permitir las prórrogas y excesos en el ejercicio del poder.