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Varias comunidades indígenas de Paraguay se manifestaron hoy en el centro de Asunción para exigir al Gobierno que acate una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) que obliga al Estado a devolver unas 10.000 hectáreas de tierra al grupo Xákmok Kásek, del pueblo sanapaná. 

Varias comunidades indígenas de Paraguay se manifestaron hoy en el centro de Asunción para exigir al Gobierno que acate una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) que obliga al Estado a devolver unas 10.000 hectáreas de tierra al grupo Xákmok Kásek, del pueblo sanapaná.

Llegados de distintos rincones del país, un centenar de nativos permanecieron cortando calles del centro capitalino, frente al edificio de la Vicepresidencia, para pedir que esa institución intervenga para que se cumpla la sentencia de la CorteIDH, que data de 2010.

"Necesitamos que el Gobierno concrete de una vez por todas un acuerdo de pago con el propietario. No tiene sentido que esto se siga retrasando cuando el propietario quiere vender para terminar el conflicto", dijo a Efe Gerardo Larrosa, líder de la comunidad Xákmok Kásek.

El Estado paraguayo había llegado a un acuerdo de compra con actual propietario de los terrenos, ocupados hoy por la explotación ganadera Estancia Salazar, del estadounidense Roberto Eaton.

Según ese acuerdo, el estatal Instituto del Indígena (INDI) debe ahora tramitar la compra de 7.701 hectáreas del total de 10.700 que deben restituirse a los Xákmok Kásek, oriundos del Chaco central, en la región occidental de Paraguay.

Sin embargo, por no acatar la sentencia, Paraguay debe pagar desde el pasado septiembre 10.000 dólares al mes a la comunidad Xákmok Kásek, tras vencerse el plazo de cuatro años dado por la CorteIDH para que les devolviera sus tierras.

Además de las sentencias que afectan a los Sawhoyamaxa y a los Xákmok Kásek, Paraguay tiene pendiente desde 2005 una orden de la CorteIDH que obliga a permitir el acceso libre a sus tierras a la comunidad indígena Yakye Axa, del grupo étnico énxet.

El 76 % de los aproximadamente 116.000 nativos de Paraguay vive en situación de pobreza extrema, según datos del INDI, en su mayoría debido a que fueron desposeídos de sus tierras ancestrales durante la dictadura (1954-1989) y en la primera década de democracia.