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La FAO apoya hoy al Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay, a fin de remover y destruir 150 toneladas de plaguicidas obsoletos, almacenados en Asunción desde 2003.

El proyecto dispone de financiamiento de Japón y da seguimiento a acciones para resolver el problema de esos productos en tal estado, según la Oficina en La Habana de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Ese programa de la entidad, que tiene su sede central en Roma, cuenta además con respaldo de un equipo interinstitucional conformado por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.

También es apoyado por la Secretaría del Ambiente y el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE).

De acuerdo con la FAO, la iniciativa da seguimiento a acciones realizadas de manera sistemática por el gobierno paraguayo, con apoyo de ese organismo de la ONU, para resolver el problema de los plaguicidas obsoletos en ese país.
Desde 2004 se desarrolló un inventario nacional de esos productos en tales condiciones, y se eliminaron exitosamente 25 toneladas de ellos.

La organización explicó que los plaguicidas obsoletos se definen como los que han sido prohibidos y están deteriorados químicamente, caducos, que son desconocidos o entraron en desuso.

El volumen de esos productos deteriorados supera en el mundo las 500 mil toneladas y las principales dificultades están en países no industrializados.
En estos, la agricultura es uno de los pilares de la economía y esos agentes son las sustancias químicas más usadas. Con frecuencia se encuentran en forma de mezclas tóxicas, en envases con filtraciones que generan derrames y en almacenes y sitios no aptos para el almacenamiento de este tipo de producto.

Lo anterior genera un riesgo de exposición que puede causar intoxicaciones agudas y crónicas, además de contaminar el suelo y fuentes de agua.

La FAO respalda a las naciones en desarrollo, en la adecuada gestión de todos los plaguicidas, lo que implica la limpieza de sitios contaminados y la destrucción o eliminación de los que están en estado de deterioro.

Ella es la principal agencia de las Naciones Unidas a cargo de este tema y acumula muchos años de experiencia en África, Asia y América Latina.
Su apoyo es clave porque muchos países no cuentan con capacidad técnica, institucional, ni financiera que permitan desarrollar políticas y elementos reguladores que favorezcan la adecuada gestión de tales sustancias químicas.

Productores familiares de los departamentos de Colonia y San José, en Uruguay, participarán en un proyecto para disminuir la degradación de suelos. El proyecto fue escrito por el ingeniero agrónomo Miguel Piñeyro y la veterinaria Lilian Arduin en julio de 2008. Fue aprobado por el Programa de Pequeñas Donaciones del Banco Mundial, dependiente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

En diciembre del año pasado, les habilitaron 35 mil dólares para comenzar con su ejecución. En total son 10 familias beneficiarias.

La idea es producir compost con estiércol de gallinas y vacunos y sin el uso de productos químicos.

Entre todos construirán, de forma solidaria, los gallineros, que serán móviles y tendrán pisos de rejilla para que el estiércol se acumule en el suelo.

Piñeyro explicó que se trata de "cuidar y aplicar conocimiento y también redunda en el bolsillo del productor".

Las gallinas se alimentarán con los subproductos de las plantas de maquinación de semillas, que se desechan en los vertederos. Luego de una reunión con los productores, comenzará la etapa de armado de los gallineros.

El proyecto durará quince meses. Ese tiempo es el que asumieron las familias como compromiso.

Rosario Álvarez es una de las productoras participantes. Integra el grupo Maya que recibe asesoramiento técnico del proyecto Uruguay Rural, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Álvarez vive en la zona de Pavón, departamento de San José, y tiene tambo. Produce queso, muzzarella y manteca. Afirma que tal vez la agricultura orgánica no sea tan rentable como la tradicional, pero el productor gana en salud y tranquilidad.

Al Grupo Maya lo integran ocho familias. Álvarez es la única que produce sin utilizar productos químicos.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, comprometió el apoyo gubernamental para rescatar el sector rural y promover su desarrollo, en encuentro sostenido con representantes de las 800 juntas parroquiales del país.

El mandatario destacó en el encuentro sostenido con directivos de unos cinco mil representantes del agro ecuatoriano la enorme deuda con el sector rural y dijo que "ojalá esas élites que pretenden acaparar todo entiendan que si vive bien el sector rural estamos bien en el país."

"Creemos en la necesidad del desarrollo rural, pero debemos hacerlo juntos, pues somos aliados estratégicos", enfatizó Correa tras subrayar la necesidad de transitar ese camino "sin egoísmos, sin absurdas pretensiones o separatismo, respetando todas las culturas."

Cuestionó a gobiernos anteriores, los cuales dijeron creer en la descentralización pero a pesar de ello no entregaron recursos, ni representación política a las juntas parroquiales, a diferencia de este Gobierno que las defiende como gobiernos locales.

Hugo Quiroz, presidente nacional de las juntas parroquiales, reconoció que el gobierno de la Revolución Ciudadana ha cumplido con todos los acuerdos suscritos con los gobiernos locales, y dijo que es el primero que se preocupa por reactivar las zonas rurales.

Asimismo, resaltó la apertura que existió por parte de la comisión de la Asamblea Nacional encargada de debatir el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomías y Descentralización, para acoger todas las sugerencias que surgieron de este sector.

La ministra Coordinadora de la Política, Doris Solíz, indicó que uno de los primeros pasos para lograr el desarrollo de las juntas parroquiales es avanzar en la preservación del patrimonio y en la dinamización de actividades culturales en la zona rural.

Para ello, señaló, se firmó un convenio con el Ministerio Coordinador de Patrimonio a través del cual se prevé rescatar los lugares patrimoniales que existen en las parroquias rurales de nuestro país, los que constituirán atractivos para el turismo interno y externo.

Al menos 20 países de América, Europa y Asia participarán en el Tercer Congreso Mundial de la Quinua, que se desarrollará en las ciudades bolivianas de Oruro y Potosí del 16 al 19 de marzo, informó el gobierno boliviano.

Nemecia Achacollo, ministra de Desarrollo Rural, anticipó que en el evento se presentarán más de 130 artículos científicos para el desarrollo de subproductos que validarán el Plan Nacional de la Quinua que tiene el Gobierno.

Bolivia es el primer productor y exportador de quinua real orgánica en América Latina hacia Estados Unidos, Europa y Asia, con una superficie cultivada de más de 50.000 hectáreas y una producción estimada de más de 30.000 toneladas anuales provenientes de los tres departamentos productores de quinua; Potosí, Oruro y La Paz.

"Son varios países los que participarán, vienen muchas organizaciones y científicos que han hecho estudios en este tema. Este es un producto que tiene un mercado internacional, entonces quisiéramos viabilizar la importancia de este producto internacionalmente", afirmó la ministra.

El evento es organizado por el Consejo Nacional de Comercializadores y Productores de Quinua y auspiciado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.

Ya se ha confirmado la presencia de representantes e investigadores de Argentina, Bolivia, Chile, Francia, Italia, Colombia, Dinamarca, Ecuador, España, Pakistán, Perú, Polonia y Estados Unidos
La prioridad del evento es dar a conocer las potencialidades alimenticias de la quinua e incentivar a su cultivo, implementando programas de desarrollo y producción en los departamentos donde se cultiva el cereal.

La quinua real es un producto natural de Bolivia, cultivada en el altiplano boliviano desde la época de los Incas, es de tipo quinopodíacea pseudo cereal, que produce una semilla comestible pequeña de 2.63 mm. De diámetro, grano redondo semiaplanado de color blanco amarillento.

La quinua posee cualidades superiores a los cereales y gramíneas. Se caracteriza más que por la cantidad, por la calidad de sus proteínas. Tanbién posee mayor contenido de minerales que los cereales y gramíneas, tales como fósforo, potasio, magnesio, calcio, entre otros.

 

Se organizan, trabajan, atienden a sus hijos y esposos y, si les queda tiempo, descansan.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) denunció las desigualdades generalizadas entre hombres y mujeres con relación al acceso a la tierra. La entidad informó desde Roma que una nueva base de datos, puesta en marcha por la organización, detalla a esta situación, en 78 países, como una de las principales amenazas para el desarrollo rural.

"En casi todos, las mujeres se encuentran muy por detrás de los hombres en lo que respecta a la propiedad de las tierras de uso agrícola y el acceso a los ingresos que generan, a pesar de que ellas producen grandes cantidades de cultivos alimentarios y desempeñan un papel crucial para mantener y atender a sus familias", explicó la FAO.

La entidad arguyó que las principales causas de las diferencias en el derecho a la tierra por cuestión de género son las trabas que imponen las autoridades e instituciones tradicionales, las herencias y prácticas 'de hecho' y las discrepancias o lagunas en la jurisprudencia.

Así mismo, otra causa es la distancia entre los derechos compilados en las leyes y la práctica, pues en muchos casos, las constituciones nacionales admiten la igualdad entre hombres y mujeres para el acceso a la tierra, pero la realidad cotidiana es muy diferente.

"A menudo, estos derechos están amenazados por leyes que entran en conflicto o antiguas prácticas tradicionales e institucionales que asignan los títulos de propiedad y las herencias a los varones", anotó.

Con la creación de la base de datos, la FAO pretende proporcionar a los encargados de formular las políticas y otros usuarios un panorama más claro de los principales factores sociales, económicos, políticos y culturales que afectan al acceso a la tierra y el que las mujeres puedan ejercer sus derechos sobre ella.

En su análisis sobre Colombia, la base de datos destaca que las mujeres constituyen el 49 por ciento de la población rural y participa cada vez más en la transformación de alimentos y la producción de artesanías.

En la producción de flores de exportación las mujeres constituyen el 80 por ciento de la fuerza laboral, mientras que su participación en la agricultura está subestimada en las estadísticas, pues el 3,3 por ciento de las trabajadoras agrícolas son consideradas ayudantes.

Una característica particular del trabajo femenino rural son los  bajos ingresos, ya que 65,2 por ciento recibe pago en dinero, 10,9 por ciento recibe pago en dinero y especie y al 23,6 por ciento de ellas no les pagan o reciben algo en especie.

En cuanto a la producción pecuaria, la cría y el cuidado del ganado, y diversas especies menores es una actividad que tradicionalmente realiza la mujer. En las zonas de ganadería extensiva, los Llanos Orientales y el Caribe, la actividad síi es realizada en su totalidad por hombres.

Concluye la FAO que la situación de violencia afecta en forma más intensa a la mujer rural desplazada, que ha debido asumir la jefatura del hogar y se ha visto privada de la propiedad de la tierra.

Mano de obra en el agro

De acuerdo con la base de datos de la FAO, estos son algunos datos de las mujeres rurales colombianas.

  • 49 por ciento de la población rural lo constituyen las mujeres.
  • 80 por ciento de la fuerza laboral de los cultivos de flores del país está en manos de ellas.
  • 31,3 por ciento de lastrabajadoras agrícolas son consideradas ayudantes familiares, sin salario.
  • 7,8 por ciento de las mujeres rurales mayores de 35 años se encuentran en el nivel de analfabetismo, índice que disminuye entre las más jóvenes (5 por ciento).
  • 40 por ciento de las mujeres rurales tenían empleo en el año 2005. Las mujeres rurales participan estructuralmente en el mercado pero gran parte del trabajo que realizan no es visible o es considerado secundario.
  • 51 por ciento del sector comercio está manejado por mujeres, dedicadas a la comercialización primaria de productos como granos, frutas, vegetales frescos, carne y leche.