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Ecuador confía en que para fin de año nueve de los 12 países que integran la Unasur hayan ratificado el tratado, dijo el miércoles el vicecanciller ecuatoriano Kintto Lucas, tras una visita a Uruguay en la que defendió el "dinamismo que ha tomado" el bloque sudamericano.

Ecuador tiene la presidencia temporal de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) hasta mediados de octubre y su objetivo es pasársela en setiembre a Guyana con una mayoría de países con el convenio ratificado, o con "una ruta sobre la ratificación", explicó Lucas en conferencia de prensa.

El tratado "ya ha sido ratificado por seis países, Chile lo ratificó ayer en la comisión del Senado y lo va a ratificar la semana que viene en el pleno del Senado", dijo Lucas, quien estimó que Paraguay lo votará antes de fin de año y en Brasil habrá que esperar hasta después de las elecciones de octubre.

En el caso de Uruguay, "la idea es dejar una hoja de ruta" para que lo pueda ratificar antes de fin de año, lo que implicaría que para fin de año nueve países habrían ratificado el tratado.

Según el vicecanciller -que se reunió con el presidente José Mujica, el canciller Luis Almagro y parlamentarios- "tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo se ve una excelente voluntad de ir a la ratificación del convenio" pero también de "involucrarse mucho más en la Unasur".

Lucas defendió "el dinamismo que ha tomado Unasur, dinamismo como foro político, como foro de solución de controversias".

"En el intento de golpe de Estado en Bolivia fue fundamental la actuación de Unasur, si vemos el problema entre Colombia y Venezuela fue fundamental desde Unasur abrir la puerta para una solución", opinó.

En ese sentido destacó el buen funcionamiento del Consejo de Defensa del bloque, que incluso en el momento más álgido del conflicto entre Colombia y Venezuela "logró medidas de confianza".

"Eso solo lo puede hacer una entidad en la que hay credibilidad y confianza política, más allá de las diferencias ideológico políticas entre los distintos gobiernos. Eso no se logra en la OEA pero sí se puede lograr cada vez mejor si vamos fortaleciendo cada vez más a Unasur", enfatizó.

Para el funcionario, la consistencia que ha logrado el bloque como interlocutor con la Unión Europea, Estados Unidos y los países asiáticos "va más allá de la ratificación en sí del tratado", pero ésta es de todas formas fundamental para avanzar en otras áreas como la de infraestructura vial de los países.

El Vicecanciller indicó que su país quiere que el presidente uruguayo visite Ecuador antes de fin de año.

"Hay un interés muy grande del presidente (Rafael) Correa de estrechar mucho más los lazos" con Uruguay, indicó Lucas, destacando que "son dos gobiernos que políticamente van prácticamente por el mismo camino".

Los países miembros de la Unasur son Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

"Un sistema de cuotas va a ser lo más viable para un acuerdo de Unión Europea-Mercosur" liderado por Lula en su último semestre en la presidencia brasileña (2003-10), en el cual le toca presidir pro tempore al bloque sureño de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Así lo informó a Radio Nederland el ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro.

La tarea principal del mandatario brasileño debe ser convencer al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, quien encabeza al grupo de diez países comunitarios con fuerte incidencia del lobby agrícola, que se opone a que la Comisión Europea haga excesivas concesiones al Cono Sur tras relanzar en mayo la negociación, iniciada en 1999 y empantanada en 2004.

El acuerdo birregional, producto final esperado del Tratado de Madrid de 1995, coronaría los veinte años del MERCOSUR que se cumplen en marzo próximo, pero sin alcanzar por el momento en forma completa los tres capítulos: político, comercial y de cooperación. La salida salomónica sería esperar a la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para terminar una zona de libre comercio y, mientras tanto, otorgar un mejor acceso mutuo a sus mercados por medio de cupos que fijen cantidades de bienes exportables en rubros concretos, que tendrán preferencias arancelarias con impuestos aduaneros menores. El MERCOSUR aspira a 300.000 toneladas anuales de carne, por ejemplo.

 

El Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Alamgro, dijo a Radio Nederland que, tras acceder a la eliminación del doble cobro del arancel externo común a pedido europeo -al eliminar las fronteras aduaneras internas en la cumbre semestral de agosto- el MERCOSUR debe apurar la armonización de normas sanitarias y fitosanitarias para el pasaje de esos bienes.

Luis Almagro admite que Lula pretende de aquí hasta diciembre llegar a un acuerdo, antes de dejar la presidencia el 1 de enero, pero que lo posible en este plazo es sumar un sistema de cuotas a las áreas ya acordadas en materia política y de cooperación entre UE y MERCOSUR, postergando más la zona de libre comercio más grande del mundo, pospuesta ya por 15 años.

Lea a continuación la entrevista al canciller uruguayo Luis Almagro:

Radio Nederland: ¿Cuál será el paso siguiente en la negociación con la Unión Europea luego que en la cumbre presidencial se eliminaron las fronteras internas del MERCOSUR para no cobrarle a UE el doble arancel externo?
Luis Almagro:
Tenemos un marco general que es la negociación MERCOSUR - Unión Europea. Dentro de esa negociación tenemos una agenda interna del bloque en la cual tenemos que lograr la estandarización de algunos temas: el aduanero es uno de ellos y la eliminación del doble cobro del arancel externo común es otro. Fueron los dos temas fundamentales que se resolvieron en San Juan (Argentina, este mes) y que dejan al MERCOSUR mejor posicionado en la negociación bilateral con la Unión Europea. De lo contrario, es muy difícil negociar sobre una base no única, en que los países tienen diferentes estándares. Vamos a tener que seguir con algunas modificaciones más...

RN: Por ejemplo, ¿en qué temas?
LA:
Como por ejemplo en los temas sanitarios (productos animales) y fitosanitarios (productos vegetales). También en estándares industriales.

RN: ¿Es una unificación de normas técnicas en los países de su región?
LA:
Homogeneización, pues no vamos a llegar a una unificación total pero, por lo menos, tener criterios comunes en los casos más grandes.

RN: El relanzamiento con la UE fue la reunión (de julio) en Buenos Aires. Brasil tomó la presidencia pro tempore del MERCOSUR, y Lula tiene la voluntad política de obtener un resultado antes de irse (de la presidencia brasileña a fin de año). ¿Es esto realizable?
LA:
Es muy importante. Hemos liquidado lo pendiente de la agenda MERCOSUR de los últimos cinco años. Es importante el lanzamiento de una nueva agenda del bloque y ahí las iniciativas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que se incluyan en este momento, van a ser muy importantes.

RN: ¿Se viene una ronda en Bruselas con la UE, luego de la de Argentina?
LA
: Sí, sí. El próximo paso con la Unión Europea es seguir negociando, y espero que acercar posiciones para tratar de resolver esto en el mediano plazo.

RN: ¿Es posible un acuerdo más limitado cuando Ud dijo ante el Consejo del MERCOSUR que no había que reducir las aspiraciones? ¿O negociarán ante la Comisión Europea un aumento de cuotas de exportación por rubro en vez de un tratado omnicomprensivo en las tres áreas (política, comercio y cooperación)?
LA:
Mire, lo que nosotros queremos es tomar como punto de partida lo que ya estaba acordado (capítulos político y de cooperación) y esperar que los resultados en materia de acceso a mercados sean suficientes. Creo que un sistema de cuotas va a ser lo más viable.

 

Foto Agencia Brasil.

Si el comercio con Argentina y Brasil recupera la dinámica del pasado y no se repiten los errores, la industria tendrá la oportunidad de lograr mayor escala y hacer las primeras armas previo a exportarle al mundo.

El avance casi simultáneo del desbloqueo de los puentes del río Uruguay y los acuerdos de alto nivel gubernamental en el Mercosur, hacen pensar con optimismo que se abrió una nueva etapa en el proceso de integración. La región presenta múltiples facetas positivas para Uruguay, desde la disponibilidad y diversificación energética, pasando por el potencial para prestar servicios hasta llegar a la exportación de bienes. Este relanzamiento del Mercosur motiva el análisis sobre qué oportunidades se presentan para la industria exportadora.

Las posibilidades de que se desarrollen actividades industriales depende de la disponibilidad de capital, mano de obra y capacidad empresarial. En éste último caso, un factor muy importante es la experiencia, lo cual implica tiempo y oportunidades de aprendizaje principalmente para vender en nuevos mercados. En este sentido, el relanzamiento del Mercosur representa una gran oportunidad. El mercado argentino puede operar como una ampliación del mercado interno, generando una gran oportunidad para las empresas medianas en sus primeros intentos de exportación. A su vez Brasil integra el grupo de países conocido por la sigla BRIC (Brasil, Rusia, India y China), considerados los motores del crecimiento. La cercanía con un grande a escala mundial permite a las empresas locales la experiencia de venderle al mundo pero mucho más cerca.

Desde el punto de vista negativo hay que tomar en cuenta que Brasil y Argentina tienen sus intereses propios en materia de desarrollo industrial y la estructura del arancel externo común del Mercosur lo refleja. Siempre existe el temor a que el Mercosur nos condene a comprar tecnología regional (por ejemplo computadoras y teléfonos móviles) a precios más altos o con una calidad inferior.

CONCENTRACIÓN. La participación de los dos principales países vecinos en las exportaciones se ha encogido, dejando más espacio a las ventas hacia el resto del mundo. Se trata de una situación donde tiene mucho que ver la coyuntura de precios de las materias primas, pero también se genera por el hecho que el Mercosur se estancó en los últimos años. Mientras en 2009 las ventas a Argentina y Brasil representaron 27% del total, antes de la crisis en Brasil en 1999 representaban más del 50%.

En cuanto a los productos que Uruguay comercializa, de acuerdo con el análisis que realiza la Cámara de Industrias, el 37% del valor exportado en los siete primeros meses del año son productos primarios y el 40% manufacturas con insumos de origen agropecuario. Estos bienes se venden mayoritariamente al resto del mundo, salvo alguna excepción como el arroz que también es comprado en cantidades significativas por Brasil. Por lo tanto el fenómeno de alto precio de las materias primas y sus manufacturas está incidiendo en el comercio exterior. A partir de las cifras proporcionadas por Uruguay XXI realizamos una clasificación de los productos exportados de acuerdo con el mercado que predomina, separando Argentina y Brasil por un lado y el resto del mundo por otro. En aquellos productos en que no hay un predominio en los dos últimos años se consideró que enfrentan el mercado mundial indistintamente.

En 2009 el 67% de las exportaciones fueron de productos cuya venta se ha concentrado en los mercados del resto del mundo, el 25% corresponde a las especializadas hacia los países vecinos y el 8% restante son productos que se venden indistintamente en cualquier parte del mundo.

Una característica de las ventas fuera de la región es que se trata de menor cantidad de rubros, pero por valores más altos. Aquellos rubros cuyas exportaciones totales en un año superan US$ 50 millones representan el 78% cuando tienen como destino el resto del mundo. Si se orientan hacia los vecinos sólo cubren el 58%.

DIVERSIFICACIÓN. En gran medida la diferenciación del resto del mundo se produce por las exportaciones hacia Argentina que son más atomizadas y distribuidas entre varios productos. Con este destino, los rubros arancelarios cuyas exportaciones superan individualmente los US$ 50 millones representan tan sólo el 29% de total.

En este caso, además de las similitudes culturales y de idioma, hay un nivel de especialización que lleva a que varios de estos productos difícilmente se puedan colocar en otros mercados. Dentro de los principales rubros que compra Argentina a nuestro país se encuentran: automotores y autopartes, plásticos, papel, detergentes, electrodomésticos, vestimenta y otros textiles. Se trata en general de empresas con una escala de producción inferior a las que comercializan con el resto del mundo. En tal sentido, el mercado argentino opera para estas empresas como una ampliación del mercado interno. Es aproximadamente diez veces mayor al uruguayo, pero sin alcanzar la dimensión de una potencia económica, cuya demanda sea muy difícil de abastecer. Lo que permite a las pequeñas empresas dar los primeros pasos en materia de exportaciones.

También sobre la base de la información de Uruguay XXI analizamos las importaciones provenientes de Argentina. Estas también son muy diversificadas: las 20 mayores partidas representan el 37% del total, siendo los principales rubros plásticos, automóviles, maquinaria, insecticidas, residuos de la molienda, maíz, papel, laminados de hierro y detergentes.

La observación conjunta de lo que se exporta e importa hacia un país permite concluir el grado de integración de las economías. En el caso en que exista un flujo de ida y vuelta de productos similares, hay una señal de que los aparatos productivos de los países son similares y están integrados. Este comercio entre las mismas ramas con Argentina es destacable en la industria automotriz, de plásticos, papel, químicos y detergentes, elaborándose determinados productos de la rama en cuestión en un país, y el resto en otros.

Una nueva etapa del Mercosur y la recuperación del volumen de negocios perdidos en la última década puede traer aparejado más comercio intra-rama de actividad proporcionando a las empresas uruguayas el acceso a una escala diez veces superior a la que tiene cuando enfrenta solamente el mercado interno.

APRENDIZAJE. En los últimos años, nuestro vecino del norte adquirió la dimensión de potencia económica y política mundial. Ello lo convierte en un mercado particular que por tamaño, características y exigencia de la demanda se asemeja a cualquier otro mercado del mundo. La ventaja para las empresas uruguayas es que está al otro lado de la frontera, lo que facilita el intercambio y la concreción de negocios. Incluso la integración está llevando a una creciente participación de grandes empresas brasileñas en nuestro mercado.

Esta situación puede tener un impacto positivo para el desarrollo industrial en nuestro país, posibilitando que se alcance gradualmente el nivel de desarrollo y crecimiento para tener dimensión mundial.

Al analizar las principales exportaciones a Brasil se observan productos que se comercializan fundamentalmente en la región (malta, envases plásticos, caucho, detergentes, metalúrgicos), otros que se venden en todos los mercados (arroz, lácteos, grasas y aceites) y otros cuyo destino principal está fuera de la región (carne).

Las importaciones desde Brasil muestran un patrón clásico, siendo rubros distintos a los exportados. Desde este punto de vista se asemeja al comercio con el resto del mundo, exportándose productos en los que el país cuenta con ventajas comparativas, e importándose aquellos en los que no se tienen. Los más importantes son automóviles, maquinaria y equipos, plásticos, yerba, metalúrgicos, papel, laminados, azúcar e insecticidas.

La intención de construir represas en la Amazonía peruana ha desencadenado una entendible controversia. Pero esta es una problemática que no puede ser analizada solamente en una escala nacional, sino que inevitablemente involucra los ocho países de la cuenca Amazónica. Pero no existe un espacio propio para discutir esto, ya que la Amazonía está fracturada entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR.

Existen varios emprendimientos hidroeléctricos que están en marcha o han sido propuestos, involucrando más de un país, sea en forma directa al afectar ríos compartidos, o de modo indirecto, por las inversiones desde una nación hacia otra. En el primer caso están las polémicas entre Brasil y Bolivia por las represas sobre el Río Madera; en el segundo caso, hay diversas inversiones brasileñas, como las anunciadas en Perú, u otras ya realizadas, por ejemplo en Venezuela. Otro tanto sucede con los Hidrocarburos, con diferentes presencias de Brasil y Venezuela en países amazónicos. Esos emprendimientos son alentados por gobiernos, participan empresas privadas y también agencias estatales, desde banco brasileño BNDES a la petrolera PDVSA de Venezuela.

Por estas y otras vías se está tejiendo una maraña de acuerdos, inversiones, interconexiones y vínculos de todo tipo alrededor de los recursos energéticos, cubriendo toda la cuenca amazónica. Mientras se regionaliza la explotación de recursos energéticos, no existe ni una política común ni una coordinación en temas de energía entre los países amazónicos.

Los países amazónicos, y Perú entre ellos, casi sin darse cuenta, compiten mutuamente en el sector energético, sea para insertarse en los mercados globales, como frente a la creciente demanda de Brasil. Pero a la larga, una represa o un campo de petróleo pueden estar en un país o en otro, pero se repiten los problemas sociales y ambientales, y sus efectos terminan envolviendo toda la Amazonía.

El problema se agrava ya que los actuales marcos de integración fracturan la Amazonía en pedazos. Por un lado Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú están en la Comunidad Andina, pero Brasil está en el MERCOSUR, y Venezuela espera su ingreso definitivo. El Tratado de Cooperación Amazónica ha sido marginado de estas cuestiones. De esta manera no sólo no existe una discusión regional seria sobre políticas energéticas, sino que tampoco está muy claro dónde iniciarla.
 

En el gobierno uruguayo hay "optimismo" por sellar un TLC entre la Unión Europea y el Mercosur. La demanda de Brasil de productos industriales por su crecimiento es clave para que muchos países de la UE apuren el paso para firmar un acuerdo.

"Muchos países de la Unión Europea (UE) que hoy están en crisis piensan que ahora es una oportunidad negociar con el Mercosur. Sobre todo tomando en cuenta el potencial de Brasil más que del Mercosur en su conjunto", dijo a El País una fuente del gobierno uruguayo que participó directamente de las negociaciones entre ambos bloques comerciales.

"El plato fuerte para ellos (UE) es Brasil porque significa una buena oportunidad para los bienes industriales que hoy no pueden colocar en su zona de influencia", explicó.

"Este es un momento que tenemos para aprovechar. Porque si demoramos cinco años y la UE se recupera, la coyuntura va a ser otra", advirtió.

En el gobierno uruguayo hay "optimismo" por alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el bloque europeo aunque dicen que es aún "temprano e inconveniente" fijar una fecha para su finalización.

Partida. "Empezó el partido. Estuvimos marcando la cancha", dijo una fuente oficial a El País, tras la primera reunión de los equipos de negociación de la Unión Europea y el Mercosur que tuvo lugar la semana pasada en Bueno Aires.

"En esa reunión se definió el punto de partida de los distintos grupos. Fue más que nada un encuentro exploratorio", contaron las fuentes.

En esta instancia no se profundizó en ninguno de los grupos sobre los temas que más importan en la negociación que es la sustancia de los acuerdos que se puedan alcanzar al final del TLC.

A partir de ahora, ambos bloques comerciales comenzarán a reunirse en forma periódica para avanzar en cada uno de los puntos de negociación ya definidos.

En el capítulo de la negociación de bienes industriales y agrícolas, Uruguay se juega una de las paradas más importantes al ser un país agroexportador. En este grupo hay varios temas en juego como los subsidios agrícolas que aplican muchos países de la Unión Europea y también la protección de los bienes industriales que tienen algunos productos que elaboran los países del Mercosur.

"Acá tenemos mucho interés en llegar a un acuerdo pese a lo defensivo que se han expresado algunos países como Francia e Irlanda", relataron las fuentes.

No obstante, los informantes precisaron que ese será un problema de coordinación de la propia Unión Europea que deberá resolver por su cuenta.

Otros de los grupos de negociación entre la UE y el Mercosur son: medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, compras gubernamentales, servicios e inversiones, solución de controversias y defensa de la competencia.

Asimismo, en la reunión de Buenos Aires se definió no incluir a la propiedad intelectual como un grupo de trabajo. Aunque sí se tratará en el futuro, revelaron las fuentes.

Cada uno de los grupos de negociación definirá ahora una base de textos para trabajar y luego se dará un cierre con un documento final.

Sin Plazo. "Esto es un proceso que arrancó y no se fijó ningún tipo de plazo. Se trata de una negociación muy compleja co-mo para encerrarnos con una fecha", enfatizó la fuente.

Esto va a contrapelo de lo que había manifestado hace unos días el director general para Asuntos de Integración y Mercosur (futuro embajador ante la UE), Walter Cancela, en una exposición en la Cámara Mercantil donde dijo que "si la negociación no se concreta en el 2011, olvidémonos de que se concrete".

Pese a ello, el funcionario indicó que había "chances" de lograr un acuerdo antes de ese plazo.

Europa podría adoptar medidas proteccionistas que afecten región

ESPAÑA | MARCELA DOBAL

Mientras se negocia un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, analistas españoles reconocen que el bloque desarrollado podría adoptar medidas proteccionistas anticrisis que afecten el crecimiento de los emergentes latinoamericanos.

El economista Juan José Toribio, ex director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, afirmó que los reclamos de la región sobre que Europa adopta posturas proteccionistas "tienen toda la razón".

"Estamos generando un costo muy importante para los países en desarrollo. No somos los únicos ni los más proteccionistas, pero no se puede seguir avanzando con el mantenimiento de barreras arancelarias y no arancelarias a productos agrícolas", dijo a El País.

En tanto, el analista, catedrático y presidente de la organización Analistas Financieros Internacionales, Emilio Ontiveros, afirmó que "el proteccionismo es relevante en términos de asignación de subsidios a determinados sectores".

"Es verdad que en épocas de recesión la tentación de articular políticas de empobrecimiento del vecino es una tentación que existe", añadió el economista.

Por otra parte, Ontiveros advirtió que "Europa es la única región que dentro de su heterogeneidad de forma sincrónica ha decidido ponerse la venda antes que la herida".

Con esa expresión destacó que cuando la economía local todavía no daba señales inequívocas de recuperación, los gobiernos decidieron ajustar la demanda pública e incluso en algunos casos elevar los impuestos al consumo.

"La prociclicidad de las medidas de política económica contribuirán al estancamiento de la economía europea en su conjunto y del resto del mundo".

Por lo pronto, la UE advirtió la semana pasada que las negociaciones de un acuerdo de comercio con el Mercosur se verán comprometidas por las medidas proteccionistas en Argentina a productos agroalimentarios.

"Si las medidas persisten, las negociaciones con el Mercosur se verían necesariamente afectadas", subrayó el comisario europeo a cargo de la cartera de Agricultura, Dacian Ciolos, en una reunión con los ministros europeos del sector desarrollada en Luxemburgo.

Por otra parte, ambos analistas descartaron que la economía brasileña tenga un riesgo de sobrecalentamiento debido a sus aceleradas tasas de crecimiento, apreciación de la moneda e inflación y confiaron en que su gobierno ya está adoptando medidas para prevenirlo.