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Las autoridades del Mercosur comenzarán oficialmente en septiembre, la negociación con Ecuador para su incorporación como miembro pleno. El 15 de septiembre, es la fecha marcada en la agenda del bloque, para las conversaciones preliminares con el gobierno de Quito.

"El primer paso para activar el proceso fue dado por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien hizo la petición formal en diciembre pasado durante la cumbre de Montevideo del Mercosur", dijo un comunicado de la agencia ABR, de Brasilia.

Actualmente, Ecuador tiene la condición de Estado Asociado, bajo la fórmula 4+1, al igual que Bolivia, Chile, Colombia y Perú. Para ser aceptado miembro con derecho pleno del Mercosur, se requiere una decisión por consenso de los cuatro gobiernos con sus parlamentos.

Aún se desconoce cuánto tiempo tomará el proceso en el Ecuador. Se estima que podría mayor en el Mercosur, para acordar sobre los mecanismos y bandas arancelarias.

Ecuador deberá ajustar sus tarifas arancelarias promedio, al arancel externo común, AEC, del bloque, además de obligarse a adaptar su nomenclatura a la del grupo comercial sureño.

Otro aspecto a despejar, es  la pertenencia a la Comunidad Andina de Naciones, CAN. Actualmente, Ecuador ejerce la presidencia pro-tempore del grupo comercial andino.

Se estima que no será fácil, teniendo en cuenta los 6 años que le llevó a Venezuela abrir un camino para acceder al Mercosur, debido a las oposiciones políticas en el Senados de Brasil, hasta 2009, y en el de Paraguay hasta julio de  2012.

En Paraguay, Brasil y Uruguay, podrían aparecer los mismos argumentos conocidos desde 2006 contra la República Bolivariana. El gobierno de Rafael Correa también se considera bolivariano, en el sentido ideológico de izquierda que adquirió ese apelativo desde que Hugo Chávez apareció en la escena política latinoamericana, en 1992.

En relación a las dificultades para ingresar al Mercosur, se pueden verificar tres diferencias entre Venezuela y Ecuador. Una, es el peso específico menor en el sistema regional de Estados, otra, que el gobierno ecuatoriano no tiene una política exterior expansiva como la venezolana, y en tercer término, su peso geoeconómico es pequeño en términos comparativos, aún siendo una economía petrolera.

La integración de Venezuela al bloque mercosuriano podría considerarse inevitable en el tiempo, si evaluamos el grado de relación comercial, de inversiones y acuerdo político entre las economías del país caribeño y las de Brasil y Argentina.

Más de 80 tratados y un flujo comercial de crecimiento geométrico del Mercosur con Venezuela, impusieron la aproximación matrimonial que se formalizó en julio de 2012, tras el accidente político en Paraguay.
Modesto Emilio Guerrero (*) es analista internacional, periodista, escritor.

 

 

Autoridades de la Unión de Naciones Suramericanas confirmaron que Federico Franco no será aceptado en la cumbre.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, confirmó hoy que "se ha excluido claramente al nuevo régimen de Paraguay" de la reunión de la Unasur de este viernes en la provincia argentina de Mendoza porque es "ilegítimo". Allí mismo empezará mañana la reunión del Mercosur, que también excluyó a Paraguay.

Patiño dijo que Paraguay "no está invitado" por que su nuevo gobierno "es ilegítimo y eso queda bien claro". 

El canciller confirmó que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, participará este viernes de las reuniones del Mercosur y de la Unasur. 

La Cancillería indicó que la reunión de la Unasur se realiza para considerar la situación política de Paraguay "luego de la ruptura del orden constitucional en ese país y el golpe de estado propiciado en contra del presidente Fernando Lugo". 

El presidente Correa, en las últimas horas, anunció que su país planteará la aplicación de la cláusula democrática, que sanciona a los países miembros que se considere han roto la vida democrática en su país. 

"Ecuador no se prestará para patrañas", advirtió Correa refiriéndose a la legalidad de lo actuado por el Congreso paraguayo, y aseguró que no hay nadie que pueda sostener "que eso es legítimo, ni negar que es un golpe parlamentario contra un presidente democrático". 

En la reunión del Mercosur, en la que también participará el primer mandatario de Ecuador, se realizará el traslado de la presidencia pro témpore de Argentina a Brasil y se tratarán temas relativos a su agenda propia, marcada por tópicos económicos.

Ecuador vivió recientes jornadas activas con los preparativos de la participación en la Cumbre Río+20, la visita de Michelle Bachelet, de ONU-Mujeres y la llegada del nuevo titular de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Después de varios meses de trabajo, la delegación ecuatoriana se dispone a participar en la conferencia medioambiental en Brasil con varias propuestas importantes como la iniciativa Yasuní, que señala la compensación económica a los países por las emisiones netas evitadas.

Con este proyecto, Ecuador pretende dejar bajo tierra una importante reserva petrolera en la región amazónica, a cambio de la contribución internacional por lo menos ascendente a la mitad de lo que obtendría si explotara ese recurso.

Quito llevará otras iniciativas al foro brasileño, sin embargo, la ministra Coordinadora del Patrimonio, María Fernanda Espinosa, considera que este evento se anticipa como un paciente con pronóstico reservado, al carecer de consenso sobre temas medulares.

Es un mal pronóstico, poco prometedor, reconoció en diálogo con Prensa Latina la titular ecuatoriana, quien señaló que los países desarrollados parecen no estar dispuestos a ceder en sus posiciones por carecer de visión planetaria y alegan la crisis económica que atraviesan.

Espinosa también fue la anfitriona esta semana de la expresidenta chilena, quien llegó a Quito para sostener encuentros como parte de su función al frente de ONU-Mujeres.

En un encuentro con féminas ecuatorianas, Bachelet afirmó que a pesar de los avances en la región y en todo el mundo, en cuanto a la situación de la mujer aún no se logra concretar una agenda de trabajo medible. "Las mujeres son marginadas en las tomas de decisiones, aún no disponen de acceso igualitario a cargos o a tierras", sostuvo, y agregó que en Río de Janeiro se desarrollará una Cumbre de Mujeres Líderes a fin de generar una necesidad plena de empoderamiento de parte de todos los actores sociales.

Esta semana también arribó a Quito, Rodríguez Araque, encargado de conducir los destinos de la Unasur en el próximo año.

El canciller Ricardo Patiño expresó el apoyo de Ecuador en la misión de fortalecer el organismo regional, mientras Rodríguez Araque expuso que su agenda de trabajo busca construir el sueño de Simón Bolívar de crear una Patria grande.

No menos trascendental resultó para este país en los últimos días la definición de los límites marítimos con Colombia, con estricto respeto a los tratados bilaterales de 1916 y 1975, que establecen a la desembocadura del río Mataje como la coordenada divisoria entre ambas naciones.

 

Los presidentes de 34 países de América discutirán en la VI Cumbre de las Américas, sobre: Pobreza e Inequidad, Seguridad Ciudadana; Desastres Naturales; Acceso y Uso de Tecnologías; e Integración Física de las Américas. Los mandatarios se sumarán al encuentro el 14 y 15 de abril en Cartagena de Indias, Colombia, en medio de un debate sobre el narcotráfico y posturas diferentes sobre la ausencia de Cuba en este encuentro.

La Unión Suramericana de Naciones (Unasur) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) firmaron un convenio en Quito, Ecuador, que apunta a poner en práctica políticas públicas que destierren siglos de pobreza y atraso en la subregión.

  La secretaria general de Unasur, María Emma Mejía, y la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, suscribieron a principios de este mes un acuerdo de cooperación sobre estudios económicos.

El documento suscrito en la ciudad sede de la Unasur establece un compromiso para impulsar el plan de acción conjunto para el bienio 2012-2013.

La Cepal estima que la región necesitará por lo menos 74 mil 500 millones de dólares para reducir brechas entre sus países y lograr una verdadera integración en términos de infraestructura.

Ambas instituciones trabajarán juntas en las áreas social, energética, de infraestructura, recursos naturales, economía y finanzas, sociedad de la información, integración y cooperación regional.

"Nuestra intención como Cepal es ofrecer a los países miembros de Unasur información útil para enfrentar los desafíos de diseñar políticas públicas, de profundizar el diálogo y la cooperación, para transitar hacia un desarrollo más igualitario, más solidario e inclusivo", subrayó Bárcena durante la firma del convenio.

Los consejos de Infraestructura y Planeamiento y el de Economía y Finanzas de la Unasur, habían pedido en 2011 que la Cepal sirviera como cuerpo técnico al bloque regional, para darle un "camino" hacia una mayor integración, según María Enma Mejía.

El primer documento elaborado por la Cepal a petición de la Unasur, y presentado a mediados del pasado año, tuvo como objetivo esencial brindar una perspectiva global a temas centrales de la agenda del desarrollo de las naciones suramericanas.

En el texto denominado Unasur: un espacio de desarrollo y cooperación por construir, se presenta una serie de temas relacionados con la problemática socioeconómica de la región, a fin de dar un panorama de las similitudes y asimetrías que caracterizan la situación de los países y afectan las condiciones para impulsar procesos de cooperación intrarregional.

También se incluye otro análisis conjunto, esta vez relacionado con la infraestructura para la integración bajo el título Unasur: Infraestructura para la integración regional.

En cuatro capítulos se muestra un diagnóstico exhaustivo sobre la infraestructura económica (energía, telecomunicaciones, transporte y saneamiento) de América del Sur.

Analiza los avances registrados en la integración del área territorial que comprende el organismo desde el surgimiento de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana hasta la nueva agenda de la infraestructura regional de la Unasur.

También propone reflexiones para enfrentar los principales desafíos que se plantean en materia de base en los países de la Unasur y orientaciones para la formulación de estrategias para desarrollarlos.

Según detalla, la subregión se encuentra rezagada en cuanto a su infraestructura, situación que pone freno al potencial de crecimiento de largo plazo y a las posibilidades de reducción de la pobreza.

Para Alicia Bárcena, la adecuada provisión de servicios de infraestructura es clave, pues incide directamente en los aspectos territorial (conexión de los habitantes con su entorno), económico (entrega de servicios fundamentales para la producción) y social (mejoramiento de las condiciones y calidad de vida).

Con la finalidad de aprovechar las oportunidades del comercio Sur-Sur, destacó en su visita a la sede de la Unasur la importancia de mejorar la calidad de la inserción internacional de la región y de reevaluar las estrategias de alianzas globales y regionales.

La presentación del documento ocurrió en momentos en que la Unasur muestra una progresiva consolidación como organismo de integración de liderazgo regional.

Los 12 Estados miembros del bloque establecieron las bases para construir, de manera participativa y consensuada, un espacio de diálogo para afianzar la unidad en materias cultural, social, económica, política y de infraestructura en América del Sur.

Ambas entidades, buscan con estos compromisos encarar conjuntamente los desafíos del desarrollo, la equidad socioeconómica, la inclusión social, la participación ciudadana y el fortalecimiento de la democracia.

Sobre estas bases, el estudio propone promover un proceso de cambio del paradigma actual de establecimiento y control de la ejecución de las políticas públicas para avanzar hacia una estrategia de políticas integradas y sostenibles de infraestructura, logística y movilidad en América del Sur.

La integración de la infraestructura y las políticas en el ámbito de la Unasur se erigen como gran oportunidad para potenciar el crecimiento y el desarrollo económico y social en armonía con los objetivos de su tratado constitutivo, según la Cepal.

Para María Emma Mejía "Suramérica vive hoy uno de sus mejores momentos de integración política gracias a la construcción de un regionalismo positivo que ha demostrado que, a pesar de sus diferencias ideológicas, nuestros dirigentes han sido capaces de sobreponer el bien común sobre sus intereses".

La excanciller colombiana recordó que este bloque cuenta con "una población que se acerca a los 400 millones de personas, la cuarta a nivel mundial, y un área de 17,6 millones de kilómetros cuadrados, donde están abundantes recursos estratégicos que serán esenciales en el futuro.

Suramérica cuenta con cinco de los países de mayor biodiversidad del mundo, el 27 por ciento del agua dulce del planeta, ocho millones de kilómetros cuadrados de bosques, hidrocarburos para más de 100 años y grandes reservas de gas y mineral.

De acuerdo con la secretaria General de Unasur, a finales de abril se realizará un gran foro de infraestructura en Sao Paulo, Brasil, en el cual se presentará la Agenda Prioritaria de Proyectos de Infraestructura Suramericana.

La propuesta contiene 31 planes que incluyen 88 obras de ejes viales, férreos, fluviales y marítimos que permitirán interconectar el subcontiente.

Mejía considera que el análisis de la Cepal fija un derrotero propio para Suramérica al abordar los espacios de desarrollo y cooperación por construir en este subcontinente en temas como demografía, urbanización, migraciones internas y externas, empleo y gasto social.